¡Qué tal mis estimados amargados lectores! Su Redactor Irreverente de cabecera vuelve a la carga, porque la vida es dura, pero nosotros más. Y hoy, mis cuates, el chismecito que les traigo viene con olor a chamuscado y sabor a… ¡apagón!
Resulta que los lumbreras del CENACE, ese organismo que decide cuándo prendemos la tele y cuándo nos quedamos viendo las estrellas (no por románticos, sino por falta de luz), andan en un pleito de lavadero que ya nos está pegando a todos. La cosa es que, según el chismecito que se cuenta en Energía a Debate (que no es precisamente la revista «TVyNovelas» pero a veces se le parece), los trabajadores se quejan de que les quitaron su «Bono Burgués». ¡Bono Burgués! No mamen, ¿en serio le pusieron así? ¿Acaso se imaginaban a los ingenieros del CENACE con sombrero de copa, monóculo y fumando puro, mientras en sus casas cenaban caviar y escargots? ¡Por favor!
Y aquí es donde la puerca tuerce el rabo, mis chavos. Dicen que por ese «bono» y el hecho de que les quitaran otras prestaciones que la directora de administración calificó de «burgues» algo que está orillando a los trabajadores a hacer un paro, porque están tan emputados que andan con la amenaza de dejarnos sin luz. ¡Sin luz! Como si no tuviéramos ya suficientes problemas en este rancho llamado México. ¿Se imaginan? Uno queriendo ver el partido, o peor, queriendo echar pata en la oscuridad y que de repente… ¡zaz! Sin luz. ¡Ni para los arrumacos sirve!
Pero lo más cagado del asunto es que todo esto, según los que saben, es por la «ideología». ¡La ideología! O sea, que por una bola de ideas que a alguien se le ocurrieron, ahora estamos a punto de que se nos vayan las enchiladas. ¿No les parece ridículo? Es como si el panadero no quisiera vender pan porque cree en la teoría de la evolución y los clientes le piden «pan primitivo». ¡Por favor!
Al final, mis queridos sarcásticos, resulta que la ideología, esa cosa que supuestamente nos guía hacia el paraíso, en la práctica nos está llevando directo al infierno… o por lo menos, a la oscuridad. Así que, la próxima vez que se queden sin luz y estén sudando como puercos en el infierno, no le echen la culpa a los duendes, échensela a la «ideología» y al famoso «Bono Burgués». ¡Y que chingue a su madre la ideología que nos quita la luz!
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