Eso del progresismo y los “progres”

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Por: Salvador I. Reding Vidaña

La manipulación del lenguaje distorsiona la verdad de los hechos. Y ese es el caso de quienes se autonombran progresistas o progres. Y muchas personas de tragan esta confusión del lenguaje, que fue y continúa siendo una verdadera manipulación social.

Para empezar, ¿qué es progreso? Es pasar de lo que se tiene, lo que se piensa a algo mejor, superior. Pero para las personas que se dicen progresistas, destruir es progresar, desvalorizar a la sociedad es progresar. Pero no es así, es exactamente lo contrario, es retroceder.

Los autollamados “progres”, quieren que la sociedad vea como progreso destruir valores y derechos humanos fundamentales. Y eso no es progreso, eso es retroceso. Van contra el derecho a la vida del nonato y del enfermo, de los que por comodidad quieren deshacerse. Un niño “no deseado” y un enfermo que sólo causa problemas y cuesta dinero… esos, para los progres, deben ser eliminados, los primeros por aborto y los segundos por eutanasia. En ambos casos, por asesinato.

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Los progres saben muy bien que matar a esos seres humanos es un crimen, y hacen lo que está a su alcance para que se despenalicen, es decir que sabiendo que son crímenes, se les quite toda pena, que se libere de toda responsabilidad penal a quienes los cometen. Hablan de “no criminalizar” a la mujer que aborta, cuando no se le criminaliza, ya es un crimen, pero usan ese lenguaje dejar abierta la puerta al libertinaje homicida. Y aborrecen que en las leyes se defienda el derecho a la vida.

Los tales progres están también a favor de la destrucción de la familia y del matrimonio naturales, y eso, no es progreso, es retroceso. Quieren que se elimine la diferencia conceptual de sexos, como si el lenguaje pudiera contradecir la anatomía y la fisiología humanas. Imponen en lo posible la llamada ideología de género.

Y también presentan como progreso lo que es otro retroceso múltiple: cambiar las leyes para permitir, por una parte, el libertinaje contra los grandes valores humanos, y por otra que se penalice la defensa de esos valores, que metan a la cárcel a quienes no solamente se opongan a sus intentos destructores, sino a los que simplemente opinen diferente, y hasta a los que oren en vía pública, como en defensa de la vida ante un abortorio.

Y para imponer sus ideologías retardatarias bajo el lenguaje “progre”, intentan imponer la educación de niños y jóvenes bajo su ideología, no sólo limitando el derecho paterno a la educación de los hijos, sino desconociéndolo y obligando a imponer la enseñanza forzosa de la ideología de género y otras distorsiones de valores humanos. Y lo peor para ellos, es la educación religiosa, la combaten.

Y por supuesto, luchan en contra de los principales voceros defensores de los derechos y valores humanos fundamentales: las iglesias. Quieren callar a sus jerarcas y fieles, con leyes que los lleven a la cárcel sólo por opinar diferente a ellos, a los progres, y denunciar sus falsedades y perversidades.

Van también los progres en contra de la libertad de conciencia en el mundo médico, se obsesionan contra la objeción de conciencia de los médicos que se oponen a matar personas por aborto o eutanasia.

Los progres defienden su ideología con una característica, que no tienen sus oponentes: el recurso a la violencia. Atacan de palabra y de obra, destruyen propiedades, hieren y hasta matan, vociferan, insultan, porque no tienen buenos argumentos para defender su ideología. Y amén de los ataques directos a personas e instituciones, procuran imponer leyes que los castiguen, que la violencia de privación de la libertad y hasta confiscación de bienes la hagan las autoridades, que por medios legales desaparezcan derechos de libertad de opinión y acción.

Cuando tienen poder, se permiten atacar personas y sus bienes en vía pública, y en contubernio, dejan que esos delitos queden impunes, que no se proceda a detenerlos por la policía a sus órdenes. Pueden atacar manifestaciones, llegar a locales de organizaciones que defienden la vida, y destruirlos, y por connivencia no les pasa nada, se van impunes a celebrar su “triunfo”.

El progreso es mejorar, y no retroceder., insistamos A los retros (progres) le encanta decir que los valores que defienden las iglesias y organizaciones y medios de comunicación pro defensa de derechos humanos son ¡medievales! Ni idea tienen de la historia de la humanidad y de lo que han sido los grandes valores desde que se sabe de la humanidad en el mundo. Desde la época cavernaria se fueron definiendo valores como la vida del niño, la unión familiar y comunitaria y el cuidado de los ancianos, y a respetarlos por la sabiduría que les va dando la vida. Y por supuesto, la conciencia de que hay un Dios que todo lo ha creado. Y si a alguien detestan los progres, es precisamente a Dios.

No, los progresistas o progres (como les gusta llamarse) no son tales, en realidad son retardatarios, son “retros”. Y es esencial denunciarlos como tales, pues su bandera de falso progreso, es muchas veces aceptada por personas que no lo reflexionan, y aceptan que esos cambios sociales y legales, a favor de su ideología destructiva de vidas, libertades y valores es progreso. Por esa razón, la denuncia insistente y la defensa de valores, al costo que se deba pagar, deben continuar y crecer.


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