El empleo formal en México ha alcanzado un máximo histórico, un hito económico que se registra en el primer año del sexenio de Claudia Sheinbaum. Según el informe de TResearch International con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a septiembre de 2025, el país contabilizó 22,571,682 trabajadores afiliados al sistema de seguridad social. Esta cifra no solo representa el mayor registro de su historia reciente, sino que duplica con creces los 10.2 millones de afiliados que existían en 1997.
A pesar del récord en el número total de asegurados, un análisis más detallado revela un ritmo de crecimiento anual moderado, un dato clave para el análisis político y económico de la administración federal. La variación de septiembre de 2025 fue de solo 0.4% respecto al mismo mes del año anterior (septiembre de 2024). Esto indica que, si bien la base de trabajadores formales es robusta, la inercia para generar nuevos puestos de trabajo a gran escala se está moderando.
No obstante, en el pulso mensual, la economía dio un ligero respiro, pues la afiliación creció un 0.5% en comparación con agosto de 2025. De hecho, a lo largo de lo que va del sexenio de Sheinbaum, el empleo formal se ha mantenido en un promedio estable, superando consistentemente los 22 millones de trabajadores. El reto para la actual gestión no es solo mantener esta base, sino acelerar la creación de nuevas plazas para impulsar el bienestar social y la recaudación de impuestos.
Los motores de la economía formal
El mapa laboral del país revela una concentración inmutable del trabajo formal en las principales economías del país. La Ciudad de México (CDMX) sigue siendo el principal motor de empleo formal, superando los 3.5 millones de asegurados (3,548,418). Le siguen de cerca Jalisco con más de 2 millones (2,056,803) y el Estado de México (Edomex) con aproximadamente 2 millones (1,998,035). Estos tres estados concentran la mayor masa de trabajadores con acceso a prestaciones sociales en el país, lo que los convierte en polos de análisis político y de inversión.
El análisis de la variación anual es crucial para entender dónde se está dinamizando la economía. El Estado de México se lleva los reflectores al liderar el crecimiento nacional con un notable aumento del 5.8% en sus trabajadores afiliados, de septiembre de 2024 a septiembre de 2025. Este incremento es significativamente superior al promedio nacional. Detrás de Edomex, se posicionan los estados de Hidalgo con un crecimiento del 3.9% y Michoacán con 3.2%, demostrando una expansión laboral importante en el centro y occidente del país.
El desafío de la desafiliación en el sureste
En contraste con los récords y el crecimiento en el centro del país, algunas entidades federativas enfrentan serios desafíos. Tres estados en particular muestran un saldo negativo en la variación anual de afiliados, señalando focos rojos en sus economías: Tabasco experimentó la caída más pronunciada con una reducción del -8.7%, seguido por Chiapas con -3.1% y Oaxaca con -2.7%.
Estos datos sugieren problemas estructurales o coyunturales en las economías del sureste que, desde la óptica de la política pública federal, requerirán una atención especializada para revertir la tendencia de desafiliación. La agenda de desarrollo económico deberá equilibrar los resultados macro con las realidades regionales, donde la pérdida de empleos formales impacta directamente en la calidad de vida de sus habitantes.
En suma, las cifras de la afiliación al IMSS a septiembre de 2025 presentan una doble lectura para el panorama político-económico mexicano. Por un lado, el país celebra una base histórica de trabajadores formales. Por otro lado, la baja tasa de crecimiento anual y las pérdidas significativas en el sureste marcan la pauta para los próximos debates sobre la eficacia de las estrategias de desarrollo regional y las políticas laborales en el actual sexenio.