En Estados Unidos, más concretamente al interior del Partido Republicano, se empieza a discutir no si Donald Trump y Elon Musk van a chocar, sino cuándo.
El protagonismo que ha tomado el dueño de X/Twitter, las confrontaciones públicas que ha tenido con aliados de Trump como Steve Bannon y la manera en que actuado al frente de la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés), ha generado la pregunta de si el escenario político estadounidense es suficientemente grande para que quepan ambos personajes.
Un artículo publicado el 7 de febrero pasado en Vanity Fair por Gabriel Sherman, plantea que «es una verdad de Perogrullo desde que Trump descendió por la escalera mecánica dorada en 2015 que solo puede haber una estrella en el show de Trump. ‘Trump tiene un límite para que otros obtengan crédito’, me dijo un destacado estratega republicano. La caída de la popularidad de Musk también podría acelerar su defenestración. Una encuesta de The Economist /YouGov reveló recientemente que el apoyo republicano a Musk ha caído 21 puntos desde poco después del día de las elecciones».
El autor señala que «los republicanos con los que hablé en ese momento dijeron que era inevitable que la intromisión y los arrebatos de Musk causaran una explosión con Trump».
La pregunta que surge ante esto es cuándo sucederá.
«El hecho de que Trump haya permitido que Musk acumule tanto poder ha irritado a algunos aliados de Trump. El principal de ellos es Bannon. A principios de enero, Bannon calificó a Musk de ‘persona verdaderamente malvada’ en una entrevista de amplio alcance con el periódico italiano Corriere Della Sera. Un republicano cercano a la Casa Blanca dijo que Trump no se ha vuelto contra Musk porque los objetivos de Trump y Musk están alineados hasta ahora», indicó Sherman.
Así que tan alto como ha llegado Elon Musk por su millonario apoyo a Trump durante la pasada campaña electoral, puede ser su caída en el corto plazo.
Puede leer el texto (en inglés) en este enlace.
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