La jornada electoral, el también llamado “super martes”, en Estados Unidos para elegir al nuevo ocupante de la Casa Blanca estuvo marcada por la decepción que en muchos despertó el anuncio del regreso de Donald Trump al poder.
Se trato de un martes marcado por la desinformación, por la impaciencia para conocer el resultado luego de la lentitud de los reportes de votos en los estados considerados como clave y por la necesidad de revisar el papel de encuestas y casas de apuestas, siendo más certeras las segundas.
En Wall Street los inversores apostaron por Trump y el dólar tuvo su mayor alza desde 2020, lo que muestra el optimismo por el triunfo del republicano que también se extendió al Congreso.
La batalla entre conservadores y el bando que está identificado con lo “progre” –que también se libra en otras partes del mundo–, mostró que por el momento el conservadurismo que apela a los sentimientos de los ciudadanos en temas como migración o seguridad es más efectivo que los resultados en empleo o crecimiento económico.
Es una de las muchas lecciones que se desprende de esta jornada electoral que generará muchas reflexiones y análisis para entender por qué sucedió de la forma en que se dio una victoria del candidato con los peores antecedentes de los dos que participaron en esta elección.
Este triunfo electoral es el primero desde 1892 en que un presidente pierde su contienda de reelección, pero luego consigue volver al poder en los siguientes comicios.
Revisemos algunos aspectos llamativos de lo sucedido el martes 5 de noviembre de 204.
La jornada
A partir de las 18 horas, y con algo de lentitud, empezaron a fluir los datos de cada uno de los 50 estados que componen a la Unión Americana para configurar los votos en el Consejo Electoral que definirá quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos.
Kentucky fue el primer estado en dar resultados favoreciendo a Donald Trump seguido de Indiana y Virginia del Oeste, en tanto que para Kamala Harris fue Vermont.
A medida que cerraban casillas y los funcionarios electorales contaban los votos para definir el sentido de los Colegios Electorales, se empezaban a dar a conocer que candidato avanzaba en su camino a la Casa Blanca.
Ohio se sumaba a la causa de Harris, pero conforme transcurría el tiempo se perfilaba un triunfo del expresidente Trump, quien basó su victoria en los resultados de los estados considerados claves en esta contienda electoral: Pensilvania, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte y Michigan.
Los votos emitidos de manera anticipada sumaron 82 millones.
El espectáculo Trump
Fiel a su estilo, el candidato republicano aprovechó sus cuentas de redes sociales para difundir versiones falsas de lo que supuestamente ocurrió durante la votación, así Donald Trump se quejó de la presencia policial en Detroit y Filadelfia, anticipando un supuesto fraude en su contra, cuando medios empezaban a reportar que los votos en dichos sitios no le favorecían. Un portavoz de la policía de Detroit aclaró a los medios que «no tenemos conocimiento de ninguna presencia policial en la ciudad para las elecciones más allá de lo que se describió en una conferencia de prensa el jueves pasado y se informó ampliamente a nivel nacional».
En Filadelfia, el comisionado municipal republicano y el fiscal de distrito calificaron la acusación de Trump es «infundada» y falsa.
Pero al igual que la sentencia que recibió de un juzgado, las mentiras que lo exhibieron como alguien poco afecto a la verdad, su cercanía con Rusia o su pasado plagado de eventos cuestionables –quiebra de varias de sus empresas, el affaire con una estrella del cine para adultos, el hallazgo de documentos confidenciales en su residencia de Mar-a-Lago, entre otros–, el voto popular y el de los colegios electorales le favorecieron.
De nada sirvió que la administración Demócrata en la Casa Blanca presumiera sus cifras en empleo o el descenso en la inflación, ni el apoyo a causas como el aborto o los intentos para incentivar el desarrollo tecnológico del país, la retórica trumpista logró permear en amplias capas sociales y atraer el voto lo mismo de la comunidad hispana, la afroamericana, la árabe-musulmana o los blancos, incluso de conservadores que recibían con agrado los discursos del también magnate por coincidir con sus puntos de vista.
Pronósticos finales
El agregador de encuestas Interactive Polls, publicó poco después de cierre de casillas los pronósticos finales para las elecciones presidenciales de 10 encuestas, de las cuales 2 le daban los votos de los colegios electorales necesarios para ganar la presidencia a Donald Trump y el resto a Kamala Harris.
Las que le dieron el triunfo al republicano fueron Decision Desk (@DecisionDeskHQ) con 275 votos en colegios electorales contra 263 de la demócrata y la del Daily Mail en conjunto con JL Partners (@DailyMail / @J_L_Partners) con 287 votos para Trump y 251 para Harris.
El resto planteó un cierre de votación cerrado, como lo muestra el estudio realizado por Five Thirty Eight (@FiveThirtyEight) con 270 por 268, la de Nate Silver (@NateSilver538) 271 a 267, Sabato’s Crystal Ball con 276 contra 262; The Economist (@TheEconomist) 270 contra 268; Elections Daily (@Elections_Daily) 292 contra 246; Cnalysis (@Cnalysis) 308 contra 230 –la que otorgó la mayor diferencia–; Jack Kersting (@jhkersting) 272 contra 266 y Race to the White House (@RacetotheWH) 275 contra 263, todas a favor de Kamala Harris.
Por su parte las casas de apuestas y los mercados de predicción dieron ventaja a Trump, es el caso de Polymarket que dio 62% a Trump, Apuestas (RCP) 61%, PredictIt 53% y Metaculus 51%, cifras más cercanas a la realidad.
Resulta llamativo que los resultados de las encuestas apuntaron a un resultado que finalmente no se dio y las casas de apuesta y los mercados de predicción estuvieron más cercanas al resultado final, lo que muestra que las empresas encuestadoras se han sumido en una crisis que pegará en su credibilidad para elecciones futuras, quizá siendo sustituidas por las empresas que se dedican a pronosticar resultados con bases distintas a las entrevistas vía telefónica o casa por casa.
Es un tema pendiente de una investigación y reflexión por la manera en que se dividieron los resultados y la forma en que erraron las tradicionales encuestas.
El Congreso
Al cierre de esta edición, los republicanos se perfilaban para retener el control de la Cámara de Representantes y arrebatarles a los demócratas dos escaños para también tener el control del Senado, con lo que le darían a Trump un poder que no ha tenido otro presidente en años recientes, pues su partido controlaría el Congreso estadounidense para modificar a su antojo las leyes o transformar algunas instituciones.
Trump declaró anteriormente que no estaba de acuerdo con algunas leyes –en su anterior mandato eliminó la Roe vs. Wade relativa al aborto–, además de criticar algunas decisiones de la Corte y de instituciones del justicia. También podrá expedir leyes en materia migratoria que hagan más complicado la naturalización, el asilo y faciliten las deportaciones que tanto ha anunciado el republicano.
Qué viene para México
Una posible victoria de Donald Trump implicaría un regreso a su política de «Estados Unidos Primero», enfocándose en un endurecimiento de las políticas migratorias, reactivando la construcción del muro en la frontera con México y aumentando las deportaciones y restricciones para solicitantes de asilo, generando un entorno hostil para los inmigrantes indocumentados. En el ámbito económico, se esperaría continuidad en la desregulación y recortes fiscales para grandes corporaciones, lo que podría aumentar las desigualdades económicas al beneficiar a las clases altas a expensas de los servicios públicos. Comercialmente, podría intensificarse la guerra económica con China y adoptar una postura proteccionista, afectando la economía global y las relaciones con aliados tradicionales como la Unión Europea.
En cuanto a política exterior, podría promover un mayor aislamiento, debilitando alianzas como la OTAN y acercándose a líderes autoritarios, que pondría en riesgo el orden internacional democrático. Además, su escepticismo frente al cambio climático complicaría los esfuerzos para abordar la crisis ambiental. Finalmente, su segundo mandato podría amenazar la democracia estadounidense al incrementar los ataques al sistema electoral y a las instituciones, así como disminuir la independencia del Poder Judicial. En resumen, su regreso podría socavar los fundamentos de la gobernanza democrática en EE. UU.
La amenaza de imponer aranceles a los productos que México exporta si no se controla la migración y se combate el narcotráfico podría traer consecuencias negativas para nuestro país, pero como recuerda Gabriela Siller, analista del Banco Base, si bien el peso ha sido la divisa más depreciada de las principales en el mundo, ya se conoce a Donald Trump –a diferencia del 2016– y ahora se sabe que si bien es un negociador duro, muchas veces no cumple sus amenazas, pero si llega a cumplir alguna puede llevar a nuestro país a la recesión. Si bien la cotización podría llegar a 20.50 pesos por dólar, teniendo una barrera en los 21 pesos, en enero –si Trump se modera– podría verse una revaluación de nuestra moneda.
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