La institución encargada de la investigación y persecución de los delitos tiene una tarea fundamental, máxime que desde hace años los grupos de la delincuencia organizada han avanzado en sus actividades apoderándose de buena parte del país; incrementando su operatividad, diversificándose, utilizando violencia y tecnologías modernas.
La salida del exfiscal Alejandro Gertz, fue tardía, desde hace años que debió dejar el cargo ante los negativos resultados al frente de la fiscalía. Lo que motivó de suspicacia fue lo desaseado de su salida, pues prácticamente lo obligaron abruptamente a separarse del puesto para imponer a una persona incondicional al régimen, provocando severas críticas al respecto.
Pues bien, el hecho es que estamos viviendo un clima de criminalidad nunca visto, que ha puesto en jaque no solamente al gobierno, al verse completamente rebasado e incapaz de contener la ola de violencia e inseguridad, sino también, con alto impacto en la población que se siente intimidada y amenazada ante el riesgo latente de un daño.
Es obvio que la estrategia implementada no ha sido eficaz para contener el flagelo, los resultados hablan por si mismos. Si bien, en los últimos meses se han publicitado la detención de importantes lideres de carteles e inclusive algunos de ellos entregados a los vecinos del norte, tales acciones son insuficientes para detener y bajar los índices de criminalidad y el temor de la gente.
En principio, no se aprecia un sistema de coordinación entre los diferentes ordenes de gobierno; federal, estatal y municipal, cada uno jala por su lado, de acuerdo con sus intereses. Sin dejar de lado, que los grupos delictivos se han infiltrado en las administraciones e inclusive apoyado a campañas políticas, colocando amigos o miembros de sus organizaciones en puestos públicos, lo que complica la investigación y persecución de los delitos al involucrar cuestiones de carácter político.
Por otra parte, existen muchas dependencias gubernamentales que cuentan con sistemas de información, que tampoco son tomadas en consideración para los efectos de una eficaz coordinación en el seguimiento de las indagatorias y, que bien pueden proporcionar elementos importantes.
Lo mismo sucede con organismos internacionales especializados en la materia, que cuentan con datos, protocolos y experiencia en el combate al crimen organizado, donde el Estado mexicano tiene acceso con el objeto de nutrir sus investigaciones, sin embargo, no se aprovechan.
El reto, consiste en devolver la armonía y tranquilidad a la gente; que podamos vivir sin miedo, salir a la calle o transitar por las carreteras sin la angustia de correr riesgos, poder tener la calma que brinda un verdadero estado de derecho.
Así, el cuestionamiento se reduce sobre la postura que va a adoptar la nueva Fiscal, en el sentido de si tendrá la voluntad política para combatir y desmantelar a las corporaciones delincuenciales, sin importar quienes se encuentren involucrados, como lo dijo Claudia Sheinbaum, caiga quien caiga.
Para ser claros, su llegada no inspira la confianza que merecemos, no obstante, deseamos desarrolle bien y eficazmente la alta encomienda que carga sobre sus hombros.





































