El Primer Grito de Independencia que el presidente de México, Enrique Peña Nieto da rodeado de una seguridad impresionante y con acarreados, digo, invitados exclusivos, se da, después de una intensa negociación entre los secuestradores de la CNTE y autoridades del Gobierno del Distrito Federal y del Gobierno Federal, que por momentos llenó a la ciudadanía de expectación.
La pregunta que la ciudadanía se hacía era ¿Peña por fin se decidirá a cambiar la metodología con la que ha venido "solucionando" sus problemas?
Lo cierto es que a Peña en estos primeros 9 meses de gobierno parece que nada le sale bien.
Hagamos un recuento.
Como ya es tradicional la Plaza de la Constitución fue tomada por los también tradicionales grupos de presión que manejan Priístas, Perredistas, Amloístas y que en este caso le tocó protagonizar a los maestros disidentes de la CNTE, los cuales amenazaron, como también ya es tradicional, con no permitir que se hicieran los festejos patrios.
Como es sabido por toda la sociedad, este tipo de chantajes al gobierno en turno por los grupos que tienen a bien secuestrar el Zócalo, se soluciona con el también clásico pago de rescate que el gobierno en turno hace a los grupos radicales para que le permitan al Gobierno Federal, llevar a cabo los festejos patrios.
Como es tradicional uno o dos días antes se vacía la plaza, evidentemente, cuidando las formas y apariencias, unos fingen que al fin usarán mano dura y otros fingen aceptar ser razonables, pero si y solo si se ha llegado a un acuerdo en el pago del rescate por la Plaza.
Hasta aquí es la historia normal.
Ayer hubo un pequeño cambio después del pago del rescate que va a distinguir, de ahora en adelante, la forma en que los actos públicos de nuestro ciudadano presidente se llevarán a cabo.
La suspicacia, sospechosismo y su auto reconocida mediocridad le dan a la misma historia un toque de terror en donde el Presidente de México es autosecuestrado por sus propios temores e incapacidades y decide crearse una burbuja de ficción en la cual vivirá y tomará decisiones.
Nuestro valiente presidente, decidió impedir la libre entrada a la ya famosa Plaza de la Constitución, para evitar que su festejo privado se viera ensombrecido por consignas, gritos no deseados que fueran emitidos por la "prole", así que, decidió que solamente los acarreados, digo, "el pueblo bueno que si lo quiere" pudiera entrar bajo el sistema de acarreo, digo invitación, a cuyos invitados se les pagó comida (mixiotes, refrescos y esas cosas) que solo se ven en los acarreos, digo, las invitaciones del PRI.
El tema del acarreo, digo, invitación personalizada, para el grito se vuelve muy importante porque hasta ayer ningún presidente de México necesitó de esa artimaña, digo, método, para llenar la plaza del Zócalo.
Aquí les dejo el video de 24horas.com
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