A ver, diputado panista ¿quieres otros tres años en la cámara como parte del grupo parlamentario de Acción Nacional? Puedes tener derecho a intentarlo, pero antes, y frente a otros aspirantes a la candidatura, deberías demostrar, fehacientemente, es decir con hechos comprobados, que realmente has hecho tu trabajo.
Para ello, enlista y si es posible, describe las iniciativas de ley que has presentado, solo o con otros diputados (no como parte del grupo parlamentario). Esto sería una muestra de que te has dedicado a mejorar la legislación nacional. Y demuestra, en su caso, que tus iniciativas no han sido rechazadas por baladíes.
Luego, demuestra tus intervenciones en tribuna, esas que han aportado algo valioso a la discusión, y no las que hayan sido intrascendentes, no por su rechazo de adversarios, sino porque no aportaron algo valioso. ¿Has sido un buen orador parlamentario, como los que por años tuvo Acción Nacional?
Luego está tu participación en las sesiones, dos veces por semana, en los períodos celebrados dos veces al año. ¿Has estado presente, has pasado lista demostrable? ¿Has permanecido en las reuniones, o solamente pasas lista? ¿tu presencia en ellas ha sido correcta, elegante, sin caer en provocaciones o ser tú mismo provocador con tus compañeros diputados, o con invitados a comparecer?
Pero aún hay más: las comisiones. ¿Qué tanto has participado en las comisiones de las que forman oficialmente parte? ¿has participado en sus reuniones aportando algo, o simplemente has calentado una silla? ¿has estado presente en sus reuniones, has desarrollado los temas o trabajos encomendados en dichas comisiones, o los que por propia iniciativa te obligaste a hacer?
Por otra parte ¿qué has hecho en estos meses de la actual legislatura para confrontar inteligentemente al Ejecutivo? Como legislador, de alguna manera, debes ser una forma de conciencia, que a nombre de la ciudadanía que te ha dado voz exige el cumplimiento del Estado de Derecho, y el cumplimiento de obligaciones y compromisos de quienes ejercen el poder ejecutivo.
Como diputado, ¿has recibido solamente los dineros a que tienes derecho, tanto como sueldo (dieta) y prestaciones reglamentadas, o te has quedado con dineros indebidos, propios del partido, y que deben tener un destino aplicación legítima? ¿Has rendido cuentas precisas, auditables y comprobables, de dineros de la cámara que hayas manejado?
Y analizando tu conducta como ciudadano y personaje político, ¿seguro que no tienes “cola que te pisen”, que nunca has abusado de tus privilegios y tu fuero? y tu conducta ¿demuestra que tienes “buena fama pública”, sin algo que avergüence al PAN o perjudique las campañas electorales o la imagen general del partido?
Al menos, diputado, de todo esto deberías dar cuenta para pedir (o peor aún, para exigir) que el PAN te vuelva a postular. El haber sido legislador por esta legislatura, sin demostrar que tu desempeño lo justifica, no es suficiente razón para volver a ocupar ese sitio en la cámara de diputados por tres años más. Recuerda que puedes ser confrontado, en público o en privado, por tu desempeño como legislador, y, es más, por tu carrera política completa o tu “fama pública” (buena, dudosa o mala). Quienes compitan contigo por la candidatura panista (o en alianza, o coalición), tendrán derecho a confrontarte, a ti y a quienes te propongan o defiendan como candidato en 2021.
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