¡Ay, nanita! En un país donde los políticos bailan cumbia con los cárteles más que en una boda de Sinaloa, llega Miguel Alfonso Meza, el abogado que no se raja, presidente de Defensorxs AC y cerebro detrás de Narcopolíticos –esa página web que es como el álbum de graduación de los pinches vendepatrias–. El mero mero soltó en X un mensajito que parece regaño de abuelita: «Oigan, partidos, dejen de coquetear con el narco o se van a quedar sin postre». No mames, ¿recomendaciones para no ser narcopolíticos? Como si les dijera «no robes dulces de la tiendita, te va a salir caro».
Todo arranca con el caso de Carlos Manzo, ese alcalde de Manzanillo que se la jugó contra el crimen y terminó con plomo en el cuerpo –¡viva la democracia, pinche México!–. Meza, que ya ha expuesto a once «estrellas» del morbo político desde agosto, como si fueran influencers de la muerte, les suelta la lista: uno, no les den candidaturas a los compas del Cártel; dos, dejen de lavarle el dinero sucio al narco, que ya no son lavandería; tres, revisen a sus diputados, senadores y gobernadores, que andan más untados que tamal en mole.
Sigue con el cuatro: no acepten «apoyo territorial» de los malandros en elecciones, que eso no es carpa gratis, es boleto al infierno; cinco, denuncien lo que sepan ante la FGR, aunque todos sabemos que allá les dan palmaditas y les dicen «vuelve cuando quieras»; seis, armen una comisión para checar a los aspirantes, pa’ que no postulen a fulanos con más nexos que telenovela de narcos.
Y así hasta el diez: hagan un pacto entre partidos pa’ respetar estas reglas y meterlas en ley, porque solos, como siempre, acaban en orgía con el diablo. Meza remata: «Pónganse a jalar, no nomás lloren por Manzo pa’ sacar raja política». Sarcasmo puro, ¿no? En un México donde el PRI, PAN y Morena se turnan el trono narco como si fuera relevo olímpico, esto es como pedirle a un borracho que no tome en la cantina.
Pero oigan, carnales, Meza no es mensajero de la ONU; es un cuate que con su plataforma Narcopolíticos –lanzada pa’ no olvidar a los que nos vendieron al mejor postor– nos recuerda que la paz no cae del cielo, se la arranca uno a codazos. ¿Seguirán los partidos? Ja, como que el sol sale por Culiacán. Mientras, sigamos vigilando, que aquí entre nos, la narcopolítica no es un vicio, es el deporte nacional.























