Desplome Homicida: ¿Cede la Violencia?

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Al inicio del sexenio, la promesa de reducir la violencia en México se topó con una realidad cruda. Sin embargo, los datos más recientes, al corte de octubre de 2025, sugieren un cambio de tendencia que es, a la vez, dramático e inédito, registrando un descenso del 25% en el acumulado anual de homicidios en comparación con el año anterior, lo que tiene profundas implicaciones políticas.

El análisis de TResearch International revela que el promedio diario de homicidios en lo que va del actual sexenio (CSP 2024-2030) se sitúa en 69 víctimas. Esta cifra es significativamente inferior a la media diaria de 94 registrada durante la administración inmediatamente anterior (AMLO 2018-2024). De mantenerse este ritmo, el sexenio actual podría cerrar con un total acumulado muy por debajo del récord histórico de casi 200,000 homicidios que dejó el periodo 2018-2024.

El dato más contundente, y que sin duda será un argumento central en la narrativa oficial, proviene de la comparación del acumulado de los primeros diez meses del año. De enero a octubre de 2025, se han registrado 19,428 homicidios en el país, lo que representa una baja del 25% respecto a los 26,051 casos contabilizados en el mismo periodo de 2024. En términos de víctimas por día, el promedio descendió de 87 en 2024 a 65 en 2025, una clara evidencia del cambio en la tendencia de la curva de violencia.

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La Montaña Rusa de la Cifra Negra

La caída no ha sido constante, sino que ha seguido una tendencia de «escalera descendente» en los últimos meses. Mientras que en octubre de 2024 se registraron 2,645 homicidios, el pico más alto del inicio del actual sexenio, la cifra ha ido a la baja, llegando a 1,588 en septiembre de 2025. El mes de octubre de 2025, hasta el día 25, marca el promedio diario más bajo del sexenio, con apenas 40 víctimas por día. Este dato, sin embargo, debe ser tomado con cautela, pues se trata de una cifra preliminar y parcial.

A pesar de la mejoría general, la tragedia del homicidio persiste con una distribución geográfica desigual que subraya los retos de la política de seguridad federal. Los focos rojos siguen siendo claros: Guanajuato encabeza la lista con 3,075 homicidios en lo que va del sexenio, seguido de cerca por Chihuahua (1,916) y Sinaloa (1,914). Estas entidades, marcadas por la actividad del crimen organizado, concentran gran parte de la letalidad.

En contraste, entidades como Yucatán (39), Durango (58) y Coahuila (105) se mantienen como los estados con menor número de homicidios acumulados, demostrando que la situación de seguridad se vive de forma radicalmente distinta en el territorio nacional.

La política de seguridad, ahora bajo la lupa de la opinión pública y los partidos de oposición, se juega su credibilidad en la consolidación de estos datos. La disminución de homicidios, que revierte la tendencia histórica de las últimas décadas, es el principal activo del gobierno en turno, pero aún está lejos de erradicar la violencia que, en promedio, cobra una vida cada 21 minutos en el país, según la estadística sexenal. El desafío, por lo tanto, es convertir una tendencia estadística favorable en una paz tangible para la ciudadanía.