La inflación mundial se mantiene como un desafío económico de proporciones globales, con cifras que, en julio de 2025, evidencian una marcada desigualdad entre continentes. Un estudio reciente de TResearch International, basado en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), revela que el continente africano lidera esta carrera de precios al alza, con una tasa promedio de 9.6%. Este dato, alarmante por sí mismo, se ve empequeñecido por los récords de hiperinflación que algunos países continúan rompiendo.
A la cabeza de esta lista de crisis se encuentra Venezuela, que con un 172% de inflación, se mantiene en el primer lugar del ranking mundial. Le siguen de cerca Sudán del Sur (113%) y Zimbabue (51.4%), países que ilustran la cruda realidad de la pérdida de poder adquisitivo en sus economías. Este panorama global contrasta con la situación de México, un país cuyo desempeño en el ámbito de los precios muestra una relativa estabilidad. Según el reporte, México registró una inflación del 3.5% en julio, una cifra que se ubica por debajo del promedio de los países del G20, que es de 5.4%.
La situación en otras regiones también muestra un panorama mixto. Europa, con un promedio de 4.2%, parece mantener una relativa estabilidad. No obstante, la situación es crítica en naciones como Turquía, con una inflación de 33.5%, y Ucrania (14.1%), que sigue lidiando con los estragos económicos del conflicto. Por su parte, el promedio regional de América, si se excluyen las cifras extremas de Venezuela y Argentina, se sitúa en un 4.3%, lo que refleja una presión generalizada en los precios a lo largo del continente. La diversidad de Asia es notable, con una inflación promedio de 5.2%, pero con países como Palestina (51.4%) enfrentando serios problemas y otros como Japón (3.3%) y China (0.0%) disfrutando de mayor estabilidad.
El contexto mexicano frente a este escenario global es de especial relevancia para la política económica nacional. Estar por debajo del promedio del G20 es un dato que puede interpretarse como una gestión prudente, pero no exime a las autoridades de los retos internos que aún persisten. El documento de TResearch y el FMI es un llamado de atención constante sobre la necesidad de mantener bajo control este indicador, que afecta directamente el bolsillo de los ciudadanos. La pandemia y otros eventos geopolíticos han demostrado que la economía global está más interconectada que nunca y que lo que ocurre en un rincón del planeta puede tener efectos dominó en el resto.
Este análisis detallado nos ofrece una perspectiva clara de cómo la inflación sigue siendo un tema de seguridad económica, tanto a nivel global como local. Para el público interesado en la política mexicana, es crucial entender que las decisiones que se toman en el país se insertan en un entorno internacional complejo y volátil.



























