Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, consultados por TResearch MX y recopilados en el informe publicado en marzo de 2025, la violencia de género en México continúa su tendencia al alza. Durante el mes de marzo de este año se registraron un total de 497 denuncias, lo que representa un aumento del 7% con respecto a las 466 reportadas en marzo de 2024.
Este incremento forma parte de una escalada que ha marcado el sexenio encabezado por Claudia Sheinbaum, quien lleva acumuladas 1,601 denuncias por violencia de género desde el inicio de su gobierno. Aunque los registros oficiales reflejan únicamente los casos denunciados formalmente, expertos coinciden en que esta cifra probablemente subestima la magnitud real del problema, debido a la subreportación que persiste por miedo, desconfianza institucional o presiones sociales.
Los estados que concentran la mayor cantidad de denuncias son el Estado de México (Edomex), Veracruz y Querétaro, los cuales juntos representan el 93% del total nacional. Sin embargo, al analizar la incidencia por cada millón de habitantes, los datos revelan que Querétaro lidera la lista, seguido de cerca por Veracruz y el Estado de México, indicando que la problemática no solo responde a factores demográficos, sino también a dinámicas regionales específicas.
El comportamiento estacional también es relevante: marzo ha mostrado consistentemente un repunte en las denuncias, lo cual podría estar vinculado tanto con campañas de concientización como con un mayor empoderamiento de las víctimas para acudir a instancias formales. No obstante, este fenómeno también plantea interrogantes sobre si efectivamente hay más violencia o simplemente se está visibilizando mejor.
En cuanto a la variación entre años, de enero a marzo de 2025 se han observado aumentos significativos en varias entidades. Destaca especialmente el caso de Aguascalientes (+646%), aunque se desconoce si esto responde a un verdadero brote delictivo o a cambios metodológicos en la recolección de datos. Por otro lado, Baja California Sur (-100%) y Campeche (-76%) muestran descensos dramáticos, pero también deben analizarse con cautela, ya que podrían reflejar fluctuaciones estadísticas o modificaciones en los protocolos de registro.
La situación exige políticas públicas integrales, mayor capacitación a cuerpos policiales, fortalecimiento de unidades especializadas en género y, sobre todo, una estrategia preventiva que atienda las raíces culturales de la violencia contra las mujeres. Mientras tanto, los números siguen creciendo, y con ellos, la urgencia de actuar.






































