La cancelación del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) tendría graves consecuencias económicas y laborales para México, debido a la profunda integración comercial y de suministro en la región. A continuación, se detallan los principales impactos:
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Pérdida de empleos masiva: Aproximadamente 14.6 millones de empleos en México están vinculados con el comercio y las cadenas de suministro regionales relacionadas al T-MEC, principalmente en sectores como manufactura, comercio y transporte. La cancelación del acuerdo podría provocar despidos masivos, especialmente en sectores dependientes de las exportaciones hacia Estados Unidos y Canadá, como el automotriz, que por sí solo podría perder hasta 300,000 empleos.
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Deterioro del comercio y aumento de costos: Más del 84% de las exportaciones mexicanas no petroleras tienen como destino Estados Unidos. Sin el T-MEC, México enfrentaría aranceles más altos bajo las reglas de la OMC, aumentando los costos de exportación e importación. Esto encarecería productos esenciales, incrementando la inflación y reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores mexicanos.
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Impacto en la inversión extranjera: Alrededor del 52% de la Inversión Extranjera Directa en México proviene de Estados Unidos y Canadá. La incertidumbre generada por la cancelación del T-MEC reduciría significativamente estas inversiones, afectando el crecimiento económico y el desarrollo de infraestructura.
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Interrupción de cadenas de suministro: México es una pieza clave en las cadenas de valor de América del Norte. Sin el tratado, estas cadenas enfrentarían interrupciones severas, impactando tanto a empresas como a consumidores con productos más caros y menor competitividad en los mercados internacionales.
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Déficit comercial y depreciación del peso: Se estima que la caída de exportaciones podría generar un déficit comercial anual superior a los 30,000 millones de dólares, debilitando la balanza de pagos. Esto presionaría al peso mexicano, provocando su depreciación y dificultando aún más las importaciones necesarias.
En resumen, la cancelación del T-MEC tendría efectos devastadores para la economía mexicana, agravando el desempleo, la inflación y la pobreza, mientras obstaculiza la estabilidad política y social del país. Diversificar los mercados comerciales sería una alternativa, pero no lograría compensar a corto plazo las ventajas que ofrece el acceso preferencial a los mercados de Estados Unidos y Canadá.
La cancelación del T-MEC tendría profundos efectos sociales en México debido a su impacto directo sobre el empleo, la pobreza, y la estabilidad social y política. Algunos de los principales efectos incluyen:
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Aumento del desempleo: Con cerca de 14.6 millones de empleos relacionados con el comercio y las cadenas de suministro de América del Norte, la interrupción del T-MEC podría resultar en despidos masivos. Los sectores más vulnerables serían manufactura, automotriz, textil y agroindustria, lo que agravaría la precariedad laboral y el subempleo en el país.
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Incremento de la pobreza: La pérdida de empleos y la reducción de ingresos familiares llevarían a un aumento en los índices de pobreza, especialmente en las regiones más dependientes del comercio exterior, como el norte y el Bajío. Esto afectaría la calidad de vida de millones de mexicanos y ampliaría la desigualdad social.
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Presión inflacionaria y encarecimiento de bienes básicos: Sin el acceso preferencial al mercado de Estados Unidos y Canadá, los aranceles y los costos logísticos más altos elevarían los precios de bienes importados y ensamblados. Esto impactaría directamente el poder adquisitivo de las familias, afectando su acceso a alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
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Aumento de la migración: La falta de oportunidades económicas podría intensificar los flujos migratorios hacia Estados Unidos y Canadá, exacerbando la crisis migratoria en la región. Esto también podría fomentar la migración interna hacia las ciudades en busca de empleo, incrementando la presión sobre los servicios públicos urbanos.
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Descontento social y conflictos: El deterioro de las condiciones económicas podría alimentar movimientos sociales, protestas y manifestaciones, especialmente en las regiones más afectadas. El descontento social tendría un efecto desestabilizador, complicando la gobernabilidad y aumentando la tensión política en el país.
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Pérdida de acceso a programas y beneficios laborales en el extranjero: Sin el T-MEC, sectores como el agrícola y la construcción, que emplean a miles de trabajadores mexicanos en Estados Unidos y Canadá, perderían acceso a visas laborales específicas y protecciones asociadas, limitando oportunidades de empleo legal en el exterior.
En conclusión, la cancelación del T-MEC no solo afectaría la economía, sino también el tejido social, profundizando desigualdades, generando incertidumbre y aumentando la vulnerabilidad de amplios sectores de la población. Estos efectos podrían tener consecuencias de largo plazo en la estabilidad y el desarrollo social de México.
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