No es cosa de ciencia ficción; se trata de una tecnología llamada «deepfake», que permite crear videos hiperrealistas donde personas dicen o hacen cosas que en realidad nunca dijeron ni hicieron. Incluso figuras públicas como el famoso astrofísico Neil deGrasse Tyson han mostrado cómo estos videos pueden engañar a cualquiera, incluyendo a sus propios amigos.
En un video que se volvió viral recientemente, Tyson demostró cómo un deepfake muy bien hecho lo mostraba diciendo algo totalmente falso: que la Tierra podría ser plana. Pero en realidad, él no dijo eso; el video fue manipulado con inteligencia artificial para que pareciera que sí. Esta demostración sirvió para que millones de personas comprendan lo peligroso que puede ser este tipo de contenido si no sabemos cómo detectarlo.
El problema es que los deepfakes ya no son simples bromas o parodias, como los primeros que se hicieron años atrás. Ahora, la tecnología está tan avanzada que puede confundir incluso a expertos, creando videos que parecen 100% reales. Esto abre la puerta a muchos abusos, desde fraudes personales donde te hacen creer que estás hablando con un amigo o familiar hasta ataques políticos donde se falsifican declaraciones de líderes para manipular la opinión pública.
Un experto en seguridad cibernética explicó que hay tres grandes tipos de fraudes con deepfakes: engaños amorosos o inversiones falsas, ataques a empresas para robar millones de dólares y estafas familiares donde suplantan la voz de un ser querido para pedir dinero urgente. Y lo más preocupante es el uso político, donde ya se han visto videos manipulados para hacer creer cosas falsas justo antes de elecciones, cuando los candidatos no pueden ni siquiera defenderse.
Aunque se están desarrollando herramientas para detectar deepfakes con un 95% o más de efectividad, la carrera entre quienes crean estos videos falsos y quienes intentan descubrirlos es constante y difícil de ganar. Por eso es muy importante estar atentos y no creer todo lo que vemos o escuchamos en internet, especialmente cuando proviene de fuentes no oficiales o parece demasiado sorprendente.
La lección aquí es clara: en esta era digital, ser críticos y verificar la información es más importante que nunca. Aprender a identificar una deepfake no es solo cosa de expertos; todos podemos hacerlo con un poco de atención y las herramientas adecuadas. Mientras tanto, la conciencia sobre este tema debe crecer porque no se trata solo de tecnología, sino de proteger nuestra confianza y la verdad.
















