México ha experimentado una notable disminución en el flagelo del robo de vehículos, registrando en octubre de 2025 el nivel más bajo para ese mes desde el año 2015. Según el reporte «Robo de Vehículos en México» de TResearch International, el décimo mes del año cerró con 9,475 robos, una cifra que representa una caída significativa del 24% en comparación con el mismo mes del año anterior (octubre de 2024), cuando se contabilizaron 12,406 casos.
Este descenso en la incidencia delictiva no es un hecho aislado. En el acumulado de enero a octubre de 2025, el país suma 97,137 robos de vehículos, lo que significa un 15% menos de casos que los 114,016 registrados en los primeros diez meses de 2024. Si bien la cifra sigue siendo alta, la tendencia a la baja ofrece un respiro en la percepción y las estadísticas de seguridad, un tema central en la agenda política mexicana. Sin embargo, en la comparación inmediata, la cifra de octubre de 2025 fue un 2% superior a los 9,321 robos que se reportaron en septiembre de este mismo año.
Los Focos Rojos del Sexenio
Para el público interesado en la política, los números acumulados por administración ofrecen un panorama amplio sobre la evolución de este delito a largo plazo. Al corte de octubre de 2025, la administración en curso (Sexenio CSP) acumula un total de 132,777 vehículos robados. Esta cifra se compara con los periodos completos de sus predecesores: la administración anterior (AMLO) cerró con un total de 871,816 robos, mientras que la del sexenio EPN acumuló 1,039,772 casos.
A pesar de la tendencia nacional a la baja, el problema se mantiene concentrado en las entidades que históricamente han sido las más afectadas. El Estado de México (Edomex) se mantiene a la cabeza del delito durante la actual administración (Sexenio CSP) con 26,848 vehículos robados. Le siguen Puebla, con 11,892 casos, y Jalisco, que reporta 10,515 vehículos sustraídos en el mismo período.
Estos datos recalcan que la lucha contra la delincuencia organizada y el crimen común, que se dedican al robo de autos para su desmantelamiento o venta en el mercado negro, requiere de estrategias coordinadas y focalizadas en los territorios con mayor incidencia, ya que estas tres entidades concentran una parte significativa de los casos a nivel nacional.
Impacto Social y Desafío Político
El robo de vehículos tiene un impacto directo y negativo en la vida de millones de mexicanos. Más allá de la pérdida patrimonial, este delito es un termómetro de la violencia y la capacidad de las autoridades para mantener el orden. Los datos de octubre de 2025 son interpretados por algunos analistas como un éxito de las políticas de seguridad implementadas, que parecen estar logrando contener la criminalidad en este rubro.
Sin embargo, el incremento mensual (+2% de septiembre a octubre) es una advertencia de que la lucha no está ganada y que el delito es volátil10. El desafío para la actual administración es consolidar esta tendencia a la baja y llevarla a niveles que brinden una seguridad real y palpable a la ciudadanía. La política de seguridad sigue bajo el escrutinio del electorado, y las cifras de robo de vehículos serán, sin duda, un elemento constante en el debate sobre los resultados gubernamentales. La eficacia en el combate a este delito se medirá no solo en la reducción de los incidentes, sino en la desarticulación de las redes criminales que operan detrás de cada robo.





































