El Banco de México presentó este 1 de abril de 2025 su informe sobre las remesas enviadas y recibidas por el país durante el mes de febrero. El análisis refleja una dinámica compleja en los flujos financieros relacionados con las remesas, destacando un ligero descenso anual en los ingresos provenientes del exterior, mientras que los egresos enviados desde México mostraron una contracción más pronunciada.
En términos generales, los ingresos por remesas en febrero alcanzaron los 4,459 millones de dólares, lo que representa una disminución anual de 0.8%. Este resultado fue impulsado tanto por una reducción de 0.2% en el número de transacciones como por una caída de 0.6% en el monto promedio enviado, situándose en 381 dólares por operación. A pesar de este retroceso, la cifra acumulada para el primer bimestre del año (enero-febrero) muestra un leve incremento de 0.6% respecto al mismo periodo de 2024, alcanzando un total de 9,119 millones de dólares.
Por otro lado, el informe destaca una marcada contracción en los egresos enviados por residentes en México hacia el extranjero. En febrero, estos flujos sumaron apenas 87 millones de dólares, lo que implica una caída anual de 21.6%. Este descenso fue consecuencia de una disminución de 11.3% en el número de transferencias y de 11.6% en el valor promedio de las mismas, fijado en 368 dólares. En el acumulado del primer bimestre, los egresos se ubicaron en 197 millones de dólares, un 9.9% menos que los 218 millones registrados en el mismo lapso del año anterior.
Con estos resultados, el superávit de la cuenta de remesas de México con el resto del mundo en febrero de 2025 se situó en 4,372 millones de dólares, prácticamente en línea con los 4,384 millones observados en el mismo mes de 2024. Para el primer bimestre del año, el saldo positivo ascendió a 8,922 millones de dólares, ligeramente superior a los 8,850 millones reportados en enero-febrero de 2024.
Un aspecto relevante del informe es la preponderancia de las transferencias electrónicas como medio principal para el envío de remesas. En el primer bimestre de 2025, estas representaron el 98.8% del total de ingresos, equivalentes a 9,008 millones de dólares. En contraste, las remesas entregadas en efectivo y especie, así como las money orders, contribuyeron marginalmente con 0.9% y 0.3%, respectivamente.
El análisis también incluye datos acumulados para los últimos doce meses, que muestran una tendencia estable pero moderadamente decreciente. Entre marzo de 2024 y febrero de 2025, los ingresos por remesas alcanzaron los 64,797 millones de dólares, cifra ligeramente inferior a los 64,833 millones registrados entre febrero de 2024 y enero de 2025. Por su parte, los egresos acumulados en el mismo periodo sumaron 1,287 millones de dólares, frente a los 1,311 millones del lapso previo.
Con cifras desestacionalizadas, el Banco de México resalta un crecimiento mensual de 0.1% en los ingresos por remesas en febrero, mientras que los egresos cayeron un 9.8%. Esto resultó en un superávit de 5,309 millones de dólares para el segundo mes del año, comparado con 5,293 millones en enero.
En conclusión, aunque los ingresos por remesas muestran cierta estabilidad, el ligero descenso observado en febrero podría reflejar un ajuste en los patrones de envío o condiciones económicas externas. Los egresos, por su parte, evidencian una marcada contracción que puede estar vinculada a factores como la menor actividad migratoria o cambios en las prioridades financieras de los residentes en México. Estos datos subrayan la importancia de seguir monitoreando esta fuente clave de divisas para la economía nacional.
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