La insistencia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para llevar a cabo la consulta para la revocación de mandato ha convertido el ejercicio para recabar firmas en un juego de trampas que el Instituto Nacional Electoral (INE) poco a poco ha ido descubriendo.
Como ejemplo, el INE informó que dio de baja a 10 promoventes y a 600 auxiliares en el proceso de revocación de mandato debido a que entregaron registros falsificados, en los que, en su mayoría, no se presentaban los documentos originales ni se constataba de manera fehaciente la voluntad ciudadana.
El instituto añadió que 18% de las firmas, recibidas hasta ahora a través de la aplicación para apoyar la realización de la consulta, presentan inconsistencias.
Así lo comunicó el consejero Ciro Murayama en la que detalló que los registros falsificados entregados por los promoventes dados de baja por el INE no se presentaban los documentos originales –presentaron fotocopias de las credenciales para votar, dijo– ni se constataba de manera fehaciente la voluntad ciudadana.
La condición para dar de baja a los auxiliares es que al menos el 5% de los apoyos, entregados al INE por cada una de estas personas, resultaron falsificados, detalló Murayama. Agregó que los 600 auxiliares registraron a través de la aplicación mas de medio millón de firmas, de las cuales 75 mil eran falsificaciones.
El próximo 25 de diciembre se cumple el plazo para entregar a la autoridad electoral las firmas recabadas, que deben sumar por lo menos el 3% del listado nominal nacional, 2 millones 758 mil, y que procedan de al menos 17 entidades, para llevar a cabo la consulta de revocación del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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