Protestas Agrícolas: El Gobierno se Pone Pirurrís

0
286

¿Qué tal, mis devotos lectores? Aquí estamos otra vez en esta montaña rusa que es la política mexicana. Y, bueno, hay que decirlo: la situación ha alcanzado un nivel tan absurdo que ni el más pelado de nuestros abuelitos podría imaginar un culebrón como el que nos están ofreciendo los de Morena últimamente.

Vamos al grano. Resulta que los productores agrícolas, esos valientes que se arriesgan hasta el último centavo sembrando maíz, frijoles y hasta cempasúchil para que tengamos ofrendas en el Día de Muertos, decidieron levantar la voz. ¡Aplaudimos a la banda! Pero, como buen gobierno que se respete (y que no puede soportar la crítica), las respuestas no se hicieron esperar. En lugar de sentarse a leer un par de peticiones y hacer la tarea, ¿qué les parece la genial idea de abrir carpetas de investigación? Ah, sí, ¿por qué no? Acusar a los productores de “bloqueos” en vez de sentarse a escuchar sus quejas. Claro, porque señalar a los agricultores es más fácil que asumir que el campo está en crisis.

Aquí hay un detalle que no podemos pasar por alto: el partido que actualmente ostenta el poder llegó gracias a… ¡sorpresa! ¡Protestas! Ahí tienen al buen Andrés Manuel Andrés Manuel López Quintana, que se hizo famoso por bloquear Paseo de Reforma en 2006 durante la tenebrosa guerra de las elecciones. Nadie olvidará esa imagen de un hombre con su gavel en mano, clamando por justicia mientras el tráfico capitalino se convertía en un carnaval de claxons. ¡Eso sí era protesta, carajo!

Ahora, los campesinos que se atrevan a hacer lo mismo, ¡pum!, son señalados como los villanos de la historia. Es como si los de Morena se olvidaran de su propia historia. ¿O ya se les olvidó? Con el presupuesto tan recortado que tienen, mejor que no me digan que pronto volverán a sus raíces revolucionarias. Ya se imaginan a los labradores con sus sombreros y azadones, y en lugar de ser recibidos con aplausos, terminan frente a la Procuraduría como si fueran ladrones de caballos en el viejo west.

-Publicidad-

Por supuesto, el gobierno no puede soportar protestas, pero esto no es nuevo. En vez de usar la inteligencia y abrir un canal de diálogo, deciden usar la estrategia de «aquí no pasa nada» y «¿quién, yo?». ¿Gente protestando? Nah, serán cuatro gatos (aunque seguro hay más gente en la marcha que en el último mitin de su candidato).

Entonces, estimados lectores, la ironía de este cuento es que estamos en una época en la que los que protestan son tratados como criminales para tener un control absoluto, mientras que aquellos que encabezaron la historia de la protesta se sientan cómodos en sus sillones de palacio. Pero, claro, eso no lo verán en sus boletines de prensa, porque lo que importa es mantener la imagen de los que sí son “pueblo” y los que no, pues que “se aguanten”.

Así que, ¿qué sigue? Tal vez los productores agrícolas deberían hacer publicidad de la prestigiada carpeta de investigación en los foros internacionales como una nueva forma de crecimiento económico: «¡En México, hasta la protesta se convierte en herencia!». Pero lo que es un hecho es que si no quieren espantar a la gente del campo, una opción sería ponerle un par de palos de fuego a las quejas agrarias y ver hacia la otra dirección. Menos porras y más acción, ¿verdad?

Deja un comentario