El nombre de Marcelo Ebrard podría irse borrando de la lista de presidenciables de Morena para 2024. A pesar de que el ahora canciller propone una indagatoria que revise todo el proceso de toma de decisiones en el diseño, trazo, supervisión y mantenimiento de la obra, el peritaje preliminar independiente realizado por la empresa noruega DNV es contundente: el derrumbe de la línea 12 del metro de Ciudad de México que dejó 26 muertos el pasado 3 de mayo se debió una «falla estructural» de la construcción.
«El incidente fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el procesos constructivo», expresó en un mensaje a medios el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva Medina, al leer las conclusiones del primero de los tres informes preliminares del peritaje.
El estudio, presentado en un acto con presencia de la alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, y representantes de la empresa DNV, reveló que en las trabes (vigas) del puente derrumbado faltaban pernos, había soldaduras incompletas y diferentes tipos de concreto.
Además, alguna de las obras no coincidían con el «plano de diseño» original. En cambio, el informe destacó que la línea operaba «cumpliendo con los protocolos de mantenimiento rutinario», por lo que no se perfilaría por ahora ninguna negligencia del actual Gobierno de Sheinbaum, sino el peso ahora recae en Marcelo Ebrard.
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