¡Mis queridos y siempre bien informados lectores! Aquí su Redactor Irreverente, listo para echar veneno y verdades a medias, que son las que más pican. ¿Así que andamos con el Jesús en la boca por las presiones del Tío Sam a la presidenta? ¡Ay, por favor! No sean ingenuos, o peor aún, no le hagan al cuento como esos «opositores» de clóset que, con cada estornudo gringo, se les ilumina el rostro como si la Virgen de Guadalupe se les hubiera aparecido.
¿De verdad creen que a los gabachos les importa si aquí tenemos democracia o si andamos haciendo quesadillas con y sin queso? ¡Por favor! Ellos no mueven un dedo si no hay billete de por medio. Que si las inversiones, que si la energía, que si el agua, que si la migración… ¡Puras patrañas! Les da igual si Sheinbaum es de Morena o del partido del Sagrado Corazón de Jesús, mientras les dé manga ancha para sus negocios y sus cositas.
Así que, mis estimados, cuando vean a los chairos de un lado y a los «fifís» del otro aplaudiendo o condenando las movidas de los vecinos del norte, sepan que la neta del planeta es que a ellos les importa un cacahuate nuestra soberanía. Lo que buscan es que Doña Claudia, con todo y su sonrisa de «yo no rompo un plato», les dé lo que quieren. ¿O apoco creen que Donald Trump se va a andar con miramientos? ¡Ese güey va por lo suyo, y si tiene que torcerle el brazo a quien sea, lo hará sin chistar!
Así que, menos drama y más visión, mis estimados. Aquí nadie es el bueno de la película, y menos los de afuera que solo ven por sus intereses. Mejor preparemos las palomitas, porque el circo apenas comienza y, créanme, va a estar bueno.
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