Inicio Plumas Los pecados de Adán

Los pecados de Adán

0

Y, sin embargo, no lo mueven.

El costo de mantenerlo en el cargo se incrementa día a día, pero se aferra a él.

Por eso quieren ayudarlo a tomar la decisión de irse, moviéndole el tapete desde dentro.

Todo ha sido inútil, aunque el fuego amigo sea contundente y bien dirigido –y no se explique sin la venia presidencial-, Adán Augusto López resiste, asegura saber quiénes están detrás y amaga con contraatacar.

El poder ha sido reconcentrado y extendido, no enfrenta contrapesos y las instituciones están sometidas.

¿Cómo, entonces, el coordinador de Morena puede desafiar a la mandataria y, a pesar de tener a la opinión pública en contra, salir airoso?

 La respuesta es obvia: cuenta con la gracia de quien ejerce el maximato.

La Presidenta ha sido insistente en alabar a su antecesor, reafirmarle lealtad y comprometerse a dar continuidad a lo que llama legado, pero no ha podido evitar que las cloacas abiertas por la red de corrupción de los sobrinos del almirante y por La Barredora encabezada desde la Secretaría de Seguridad de Tabasco lo salpiquen, pues ambos escándalos apuntan a su círculo más cercano, e incluso familiar, y son de tal magnitud que es imposible obviar preguntas incómodas:

¿Cómo es posible que el Presidente no estuviera enterado?, ¿por qué no se lo informó su amigo y paisano Audomaro Martínez, encargado de los servicios de inteligencia?, ¿por qué defendió a Hernán Bermúdez después de que los hackers de Guacamaya publicaran los partes militares?, ¿puede darse un entramado tan complejo como el del huachicol fiscal sin la venia presidencial?, ¿por qué si el almirante secretario alertó con anticipación, como alega el fiscal, ascendieron a su parentela y los buquetanques con millones de litros de combustible ilegal no dejaron de arribar a los puertos? 

Para López Obrador, proteger a sus colaboradores de mayor confianza es protegerse a sí mismo, no sólo por la responsabilidad política de haberlos nombrado, también por la complicidad que tejieron durante el gobierno y que, en el caso de Adán Augusto, viene de muchos años atrás.

Le urge que las cosas se queden en el nivel en el que están, dejen de escalar, les echan tierra y cambien de tema, sólo que desde las sombras es más difícil que despachando y hablando desde Palacio Nacional.

El caudillo no es sustituible.

Aunque Claudia Sheinbaum ha tratado de ignorar los escándalos y hablar obsesivamente de los impuestos que asegura debe el empresario Ricardo Salinas Pliego, lejos de salir del pantano y taparlo, se hunden más porque siguen saliendo evidencias que impiden una exoneración creíble de los de mero arriba.

 Ella debe ser la más interesada en detener el daño que les causa mantener como coordinador a Adán Augusto, por eso muchos la voltearon a ver cuando Televisa revelódocumentos confidenciales del SAT en su noticiario con mayor audiencia; pero es obvio que el senador se siente respaldado por el factótum de Palenque y, el hecho de que la Presidenta haya tenido que salir finalmente a defenderlo, lo confirma.

Hay otros involucrados en los escándalos de corrupción, pero tanto el secretario de Marina de López Obrador, almirante Rafael Ojeda, como su jefe de Oficina, Alfonso Romo, no ostentan actualmente cargo público ni están expuestos a los reflectores, y los hijos andan de bajo perfil, salvo resbalones involuntarios o impulsivos, y seguramente algo han aprendido de lo mal que les ha ido cuando asoman la cabeza.

El que no tiene esa opción es Adán Augusto mientras encabece al grupo mayoritario de senadores.

Los pecados de Adán no son pocos ni menores.

En múltiples ocasiones el coordinador ha estado en la picota y su nombre aparece en ambas tramas de corrupción.

La responsabilidad ineludible es por nombrar secretario de Seguridad a quien aprovechó la encomienda para conformar un cártel de múltiples giros delictivos y haberlo sostenido y heredado, pese evidencias, denuncias y alertas.

Ahora sabemos que, además, brinda servicios profesionales, en claro conflicto de interés, cobra de empresas beneficiadas con contratos en su gobierno y no paga los impuestos correspondientes por sus altísimos ingresos.

Sin embargo, el mesías no quiere correrlo del Paraíso… por algo será.


There is no ads to display, Please add some

SIN COMENTARIOS

Deja un comentarioCancelar respuesta

Salir de la versión móvil