López Obrador busca seguir influyendo en la política, ahora defendiendo al narco

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La difusión de un documento dirigido a senadores de Morena relativo a los posibles efectos de la declaración de los grupos del narcotráfico como organizaciones terroristas de parte del gobierno de Estados Unidos, como prometió en campaña Donald Trump, reveló que el expresidente López Obrador sigue empeñado en influir en la política nacional.

Esto porque también se ha dado a conocer que el documento tiene como autor precisamente al expresidente, quien lo envió a los legisladores morenistas a través de Adán Augusto López Hernández.

Como lo mencionó en su columna de El Heraldo Ricardo Pascoe Pierce, quien conoció a López Obrador en el PRD, desde la propia bancada de Morena en la Cámara Alta le confirmaron la autoría: «Consulté fuentes morenistas confiables dentro del Senado y comprobé lo que suponía: era un documento directamente de la pluma de Andrés Manuel López Obrador, entregado a través de su testaferro, el líder de los morenistas en ese órgano legislativo, Adán Augusto López».

Pascoe Pierce señala que el objetivo del texto es defender la política en seguridad del sexenio pasado, «el primer aspecto relevante del documento es el posicionamiento público de AMLO ante la política de seguridad de la Presidenta y su principal operador, Omar García Harfuch. Es sabido por todos que AMLO saboteó la candidatura de Harfuch en la CDMX, considerándolo un representante de la ‘vieja política de seguridad’ (léase García Luna y Calderón) que contradice su política de los acuerdos desarrollados durante el anterior sexenio con operadores del cártel de Sinaloa».

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Y lo más grave que señala el autor del artículo es que esto refleja que la manera en que se antepone la ideología a cualquier otra consideración –como evidencia de carácter científico o datos duros–, para diseñar las políticas de gobierno: «El documento revela el pensamiento del morenismo duro, ligado a la revolución bolivariana, a la revolución cubana, que considera que Daniel Ortega y su esposa son dignos representantes del pensamiento ‘puro’ de las revoluciones socialistas latinoamericanas. Es el ala de Morena que cree que es su deber defender ‘la victoria’ de Maduro en Venezuela y que, por tanto, afirma que México debe asistir a su toma de protesta el próximo 10 de enero, en Caracas. ¿Irá el canciller mexicano? ¿Nuestro embajador De Gyves, que es más militante bolivariano que miembro de Morena?

«El documento reivindica la política de abrazos, no balazos. Dice: ‘La realización de operativos que prioricen el uso de violencia en contra de los cárteles representaría una contradicción con la retórica que se ha planteado desde el sexenio pasado, posibilitando la creación de un distanciamiento con la sociedad y el gobierno federal'».

Esto explica la razón por la que la presidenta Sheinbaum aseguró que Venezuela, Nicaragua y Cuba son países progresistas, aunque en ningún país que se defina como tal se prohíbe salir del país como en Cuba, se persigue a quienes expresan críticas al gobierno al grado de quitarles la ciudadanía como en Nicaragua o se decrete un adelanto en la fecha de la Navidad en medio de una pobreza que afecta a la mayoría de la población como en Venezuela.

Asimismo, el documento repartido entre los senadores morenistas da línea para que se ataque a la oposición y se señale que es partidaria de una intervención extranjera, como también se ha dicho en Palacio Nacional y con la ayuda de los propagandistas de la 4T, como explica en su artículo Ricardo Pascoe: «Según AMLO, la oposición alienta la intervención militar estadounidense en México. Esa afirmación, aún como hipótesis, es claramente falaz y una mentira deliberada. Pero retóricamente es funcional a su tesis de que una insurrección social sería legítima contra cualquier tipo de intervención estadounidense en territorio nacional».

Para la presidenta Sheinbaum esta situación supone una doble complejidad, pues por un lado no puede sacudirse de la sombra de su antecesor, abrumada por las versiones de que él es quien realmente gobierna –algo que la incomoda como lo ha revelado su lenguaje corporal en sus respuestas a este tema en las mañaneras– y por el otro, atrapada en una búrbuja en la que tiene que ceder a la ideología que domina el núcleo duro del morenismo a pesar de la realidad que se vive en el país –por lo que deja de lado su carácter de científica al hablar de medicina tradicional o creencias ancestrales–, tiene que repetir los argumentos que se expresan en el documento enviado a los senadores morenistas.

Así, López Obrador sigue tratando de influir en la política nacional, a grado tal que ya empiezan a escucharse voces que piden repetir lo hecho en su momento por Lázaro Cárdenas quien exilió a Plutarco Elías Calles del país para evitar, precisamente, que siguiera influyendo y obstaculizando a su administración, algo que la presidenta Sheinbaum no ha querido abordar en sus mañaneras y que no hará por el mensaje que le enviaron a través del diario del que es dueña la comadre del expresidente:

De esta manera, el líder el movimiento sigue influyendo en la política y la presidenta ha demostrado que no cuenta con el margen de maniobra suficiente para sacudirse de la camisa de fuerza ideológica que le han impuesto, por lo que su discurso seguirá impregnado de las definiciones que provienen del expresidente y del núcleo duro del morenismo.

A continuación las últimas 4 páginas del documento en cuestión:


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