Las niñas de Nigeria secuestradas y las víctimas de un fanatismo islámico
Hace un año, unas doscientas niñas fueron secuestradas en Nigeria, por un grupo terrorista que se hace llamar Boko Haram (que significa “la educación con libros está prohibida”), de las cuales 57 han logrado escapar de sus captores, embarazadas o infectadas con VIH. Con la campaña #BringBackOurGirls (“devuélvannos a nuestras niñas”), se han hecho esfuerzos para rescatarlas, pero el mundo no ha respondido.
A aquellos que apoyan a los desaparecidos de Ayotinapa, tampoco les importan estas jovencitas y niñas. ¿Por qué? Varias posibles razones, porque son de África, y eso “está muy lejos”. Puede ser también porque eso no tiene valor político (ya que algunos de los que exigen el retorno de los 43 (que en realidad ya son sólo 42) evidentemente usan este movimiento para sus propios fines. O como declaró un posible donante de fondos en Estados Unidos, que eso sucedió hace ya mucho tiempo (!). Finalmente es un reclamo falto de solidaridad. Quienes en el extranjero han manifestado apoyo a los 43 de Ayotzinapa no demuestran interés alguno por las víctimas de Nigeria y Medio Oriente. ¿Por qué?
En Nigeria hay un estimado de 3.2 millones de refugiados, que siguen en peligro de secuestro o muerte por parte de Boko Haram, que ha jurado lealtad al Estado Islámico.
Tampoco se ve el apoyo o siquiera un reclamo público por los miles de muertos cristianos por parte del autollamado “Estado Islámico” en el Medio Oriente, con atroces tormentos y asesinatos de cristianos, sólo por serlo, incluyendo niños. Parece que esta evidente tragedia en curso tampoco significa nada para la mayoría de la gente.
Apenas recientemente algunas naciones han iniciado acciones militares contra el Estado Islámico, para detener sus atrocidades genocidas, pero la ayuda humanitaria para los desplazados es insuficiente.
La organización que más ha hecho a favor tanto de las víctimas de Nigeria como del Medio Oriente, es la Iglesia Católica y así ha sido reconocido, y también quien por diversos voceros, principalmente el Papa Francisco ha pedido ayuda y oraciones para todas esas víctimas, los perseguidos y los desplazados y refugiados, pero el mundo prácticamente no ha hecho casi nada.
Líderes de #BringBackOurGirls viajaron a Estados Unidos solicitando ayuda para las niñas (varias de ellas viajaron allá) sin conseguir absolutamente nada del gobierno para esas niñas.
¿Por qué todos esos millones de víctimas, los asesinados, los torturados, los secuestrados y los desplazados no significan nada para la mayoría de la gente, y en nuestro caso en México?
¿En qué clase de cultura ajena al valor de la vida vivimos?
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