Las ayudas de Morena: votos por encima de la ayuda

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Un reciente análisis de The Economist ha desatado un intenso debate sobre los programas sociales de Morena, el partido gobernante en México, al señalar que estos entregan menos recursos a los beneficiarios en comparación con los programas de gobiernos anteriores, pero su continuidad se sostiene por el beneficio electoral que representan. Según el medio británico, los programas del Bienestar, bandera de la Cuarta Transformación (4T), priorizan el impacto político sobre la efectividad en la reducción de la pobreza, consolidando el poder de Morena a expensas de los más vulnerables.

El informe destaca que, en 2018, los hogares más pobres recibían el 19% del gasto social, pero para 2020 esta cifra se desplomó al 6%. La universalidad de los programas de Morena, como las pensiones para adultos mayores y becas para estudiantes, ha diluido los recursos, reduciendo el acceso a servicios esenciales como la salud. La desaparición de programas condicionados como Prospera, que exigía asistencia escolar o chequeos médicos, ha coincidido con un aumento en la deserción escolar entre jóvenes de 15 a 17 años. Además, la eliminación del Coneval, organismo encargado de evaluar el impacto de las políticas sociales, deja al país sin una medición independiente de su eficacia, alimentando sospechas de opacidad.

The Economist argumenta que los programas sociales de Morena, aunque han ayudado a reducir la pobreza en cierta medida, funcionan principalmente como una herramienta electoral. En las elecciones de 2024, Claudia Sheinbaum obtuvo más votos en regiones donde las transferencias directas fueron más generalizadas, lo que sugiere que los apoyos están diseñados para generar lealtad política más que para transformar estructuralmente la desigualdad. Este enfoque, según el análisis, crea un costo fiscal y social significativo, con un déficit presupuestal que alcanza el 6% del PIB, el más alto desde los años 80.

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En comparación, los gobiernos previos del PRI y PAN, aunque criticados por clientelismo, destinaban una mayor proporción de recursos a los más necesitados a través de programas focalizados. Sin embargo, Morena ha capitalizado la percepción de que sus políticas “ponen a los pobres primero”, lo que le ha otorgado victorias electorales aplastantes, incluyendo supermayorías en el Congreso y siete de nueve gubernaturas en 2024. La falta de contrapesos institucionales, como el INAI o un Coneval robusto, refuerza el control del partido sobre el discurso público.

La crítica internacional pone presión sobre Sheinbaum para demostrar que los programas sociales no son solo un instrumento de perpetuación política. La pregunta que queda es si Morena ajustará su estrategia para priorizar el impacto social sobre el rédito electoral, o si continuará sacrificando eficiencia por votos en un contexto de crecientes desafíos económicos.


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