La popularidad de la presidenta a la baja por protestas

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El manejo de las protestas sociales por parte del gobierno de Claudia Sheinbaum ha provocado que su popularidad, medida mediante encuesta, vaya a la baja. Vamos a desglosar el contexto con base en lo que ha pasado en las últimas semanas y meses, Para explicar esto.

El contexto de las protestas y su impacto en la aprobación de Sheinbaum

Las manifestaciones han sido intensas y han escalado rápidamente. Aquí un resumen rápido:

– Agricultores por el precio del maíz y la Ley de Aguas: Desde octubre de 2025, productores de maíz en estados como Jalisco, Guanajuato, Michoacán y Chihuahua han bloqueado carreteras y puentes fronterizos (como el de Ciudad Juárez). Exigen precios mínimos de compra de al menos 7,200 pesos por tonelada (el gobierno ofrece menos, alrededor del 50% del costo de producción más un margen bajo), y rechazan la nueva Ley General de Aguas enviada por Sheinbaum al Congreso en octubre. Esta ley busca reordenar concesiones hídricas para priorizar el uso humano y urbano (el agro consume el 77% del agua en México), pero los agricultores temen que les quite valor a sus tierras al eliminar la transmisión hereditaria o de venta de concesiones. Han cerrado hasta 40 puntos viales en 22 estados, afectando el comercio con EE.UU. y el transporte de mercancías.

– Transportistas: Se unieron a los agricultores desde noviembre, demandando mayor seguridad en carreteras (extorsiones, robos y asaltos por crimen organizado). Han bloqueado accesos a aduanas y autopistas clave, como la México-Toluca o el Puente Córdova. Esto ha paralizado el flujo de carga, con pérdidas económicas estimadas en miles de millones de pesos diarios.

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Estos bloqueos han coincidido con una caída en las encuestas de aprobación de Sheinbaum. Según reportes, su popularidad bajó del 85% en febrero de 2025 a alrededor del 67% inicial (similar a su «luna de miel» post-electoral), y expertos atribuyen parte de esto a la percepción de confrontación con sectores clave como el agro y el transporte. Es el fin prematuro de esa «luna de miel» que suelen tener los presidentes en su primer año.

En respuesta, Sheinbaum ha dicho que es «la más atacada de los presidentes en la historia de México», superando incluso a AMLO en intensidad, y ha acusado campañas de bots en redes sociales (como #NarcoPresidenta o #NarcoExPresidenteAMLO) financiadas con millones de pesos (hasta 20 millones diarios, según su gobierno). Detectaron 147 mil cuentas falsas amplificando críticas, muchas ligadas a opositores o intereses privados. Esto no es nuevo: durante su campaña, ya denunciaba bots contra ella y AMLO.

¿Por qué el diálogo directo y visible sería mejor?

Absolutamente sí, sería una estrategia más efectiva y alineada con el estilo de «escucha al pueblo» que prometió Morena. Aquí el razonamiento, paso a paso:

1. Romper el ciclo de confrontación: Sheinbaum ha insistido en que «las puertas del diálogo están abiertas» y que no habrá represión (ni carpetas de investigación por bloqueos, a pesar de que son delito). Ha habido mesas en Segob y Agricultura, e incluso acuerdos parciales (como subsidios al maíz en octubre o créditos al 8.5% de interés). Pero los manifestantes sienten que los intermediarios (como la secretaria Rosa Icela Rodríguez o el titular de Agricultura, Julio Berdegué) no transmiten bien sus demandas, y exigen una reunión directa con la presidenta. Una mesa con Sheinbaum en persona, transmitida en vivo (como las mañaneras), mostraría empatía y acción, no solo palabras. Recuerda cómo AMLO desactivaba crisis con giras y anuncios directos; eso reconstruía confianza.

2. Mostrar «trabajo» en acción: Las protestas no son solo «privilegios» (como Sheinbaum ha dicho de algunos concesionarios que venden agua a 300 millones de pesos anuales). Hay demandas legítimas: el precio del maíz cayó por sobreproducción global (EE.UU. espera 1,265 millones de toneladas en 2025-2026, +3.9%), y la inseguridad en carreteras es real (la Guardia Nacional no ha frenado asaltos). Si Sheinbaum se presenta en un foro con agricultores y transportistas (como los que propone en el Congreso para la Ley de Aguas), podría anunciar avances concretos: más presupuesto para tecnificar riegos (para ahorrar agua), seguros ampliados o mesas con la SSP para seguridad vial. Eso contrarrestaría la narrativa de «desgobierno» que circula en X y medios.

3. Evitar la escalada y recuperar aprobación: Las protestas ya suman frentes abiertos (maestros, salud, desaparecidos), y el desgaste es evidente. Descalificarlas como «políticas» o «bots» (como hizo Segob) solo polariza más, y en X, posts recientes muestran frustración: «El país se le está desmoronando a Sheinbaum» o «Miente sobre el diálogo». Un diálogo directo humanizaría su imagen (especialmente como primera presidenta mujer, atacada por género), y podría desactivar bloqueos, como pasó en octubre con maiceros.

En resumen, no ha habido un diálogo «cara a cara» con Sheinbaum hasta ahora (solo a través de secretarios), y eso ha alimentado la percepción de distancia. Sería mejor que se muestre trabajando en el terreno: escuchando, negociando y anunciando soluciones visibles. No solo apaga el fuego inmediato, sino que fortalece su liderazgo en un México donde el agro y el transporte son el 20% del PIB y afectan a millones.

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