Luego de su polémica gubernatura en Chihuahua, el expanista Javier Corral logró evadir a la justicia de la entidad que se supone gobernó para llegar con Morena a la Cámara de Senadores, en donde, para reafirmar la protección de la que goza, le fue otorgada la presidencia de la Comisión de Justicia.
Ya tranquilo gracias al fuero recibido –como otros expanistas o expriístas que fascinan a los morenistas por sus antecedentes–, ha llegado el momento de pagar el favor recibido, así en la ceremonia para la instalación de la Comisión, Corral tuvo una invitada especial, la ministra Lenia Batres, quien coincidentemente está en campaña para la eleción de jueces que habrá el año que entra, por lo que necesita promoción y Corral sabe de eso.
Pero el otro tema con el que seguirá pagando en abonos chiquitos el haberlo salvado de pisar la cárcel –hay que recordar ese incidente en el que el fiscal de la CDMX evitó que fuera arrestado–, ahora promueve la reelección de Rosario Piedra al frente de la CDNH, algo que los propios activistas en derechos humanis han cuestionado.
Pero hay que ser agradecido para seguir siendo, como en cierto debate mencionó Ricardo Anaya, el rey de los plurinominales.
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