Estados Unidos elegirá a su presidente número 47 de su historia mediante su sistema electoral en el cual el voto de los ciudadanos sirve para elegir a los integrantes de los colegios electorales. Este es el proceso:
El presidente de Estados Unidos es elegido a través de un proceso que incluye varias etapas clave:
Primarias y caucus: En el año electoral, los partidos políticos celebran elecciones primarias y caucus en cada estado. En estas, los votantes eligen a los delegados que apoyarán a un candidato presidencial en la convención nacional del partido.
Convenciones nacionales: Cada partido realiza una convención nacional donde se reúnen los delegados seleccionados en las primarias. Durante esta convención, se nomina oficialmente al candidato presidencial del partido, quien elige a su compañero de fórmula, el candidato a vicepresidente.
Campaña electoral: Una vez que los candidatos son nombrados, inician una campaña electoral en la que buscan ganar apoyo ciudadano. Esto incluye debates, mítines, publicidad y otras actividades para presentar sus plataformas y propuestas.
Elecciones generales: El día de las elecciones, que se celebra el primer martes después del primer lunes de noviembre, los votantes emiten su voto en sus respectivos estados. Sin embargo, en lugar de votar directamente por un candidato, votan por un grupo de electores comprometidos a votar por ese candidato.
Sistema de colegios electorales: Cada estado tiene un número determinado de electores, basado en su representación en el Congreso (la suma de senadores y representantes). En total hay 538 electores. Para ganar la presidencia, un candidato debe obtener al menos 270 votos electorales.
Voto del Colegio Electoral: En diciembre, los electores se reúnen en sus respectivos estados y emiten su voto oficial por el candidato que ganó en su estado. En la mayoría de los estados, el candidato que recibe la mayoría de los votos populares recibe todos los votos electorales de ese estado (sistema de «winner-takes-all»).
Certificación y toma de posesión: Los resultados del Colegio Electoral son certificados por el Congreso en enero, y el nuevo presidente es inaugurado el 20 de enero.
Este proceso refleja un sistema federal y democrático, donde tanto el voto popular como el voto del Colegio Electoral juegan roles decisivos en la elección del presidente.
Las encuestas
Los sondeos más recientes muestran que hay una diferencia estrecha entre Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata, y Donald Trump, candidato del Partido Republicano.
De acuerdo al compilado de encuestas que lleva a cabo El País, Kamala Harris cuenta con el 45% de preferencias por 55% de Donald Trump, considerando que para esto toma en cuenta lo mismo los resultados de los sistemas de apuestas, como Polymarket, que encuestas. Si descartamos las apuestas o los modelos de predicción, tenemos tres encuestas consideradas: la de Nate Silver que da 47% a Harris y 53% a Trump; la de The Economist que da 49% a la vicepresidenta y 51% al magnate, mostrando que Harris subió; y la de FiveThirtyEight con 47% para la demócrata y 53% para el expresidente, que subió en este estudio.
Como es posible apreciar, la diferencia es pequeña y se tiene que esperar a que se conozcan los resultados para saber quien ganó.
En cuanto a los estados que podrían ganar cada uno de los candidatos, vitales para los votos para el colegio electoral, de los cuales se necesita 270 para ganar, la estimación de El País da 226 para Kamala Harris por 219 para Trump.
Así, la atención se centrará en los estados considerados claves para obtener los votos electorales que den el triunfo para uno de los candidatos; estos son Michigán, Wisconsin, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia y Arizona.
Los especialista señalan que si bien hay una gran cantidad de información derivada de encuestas y modelos de predicción, no es posible anticipar un resultado, por lo que el triunfo de la demócrata o el republicano es posible, ya sea en un escenario con una ventaje mínima o con una victoria contundente.
Otras curiosidades
Para muchos estadounidenses la elección presidencial de 2024 produce estrés, por lo que ha sido habilitada una línea de apoyo para quienes padecen esto. De acuerdo a un estudio de la Asociación de Psicología de América (APA), 69% de quienes respondieron a las entrevistas manifestó que las elecciones son una fuente de estrés, porque están preocupados por el futuro de la nación.
El ambiente de polarización que se vive en dicho país también influye en esta situación, por lo que una posible violencia luego de cerrar las casillas es una de las preocupaciones que se mencionaron entre quienes participaron en el estudio.
Esto ha provocado que se habilite un número telefónico, el 741741, mediante el cual los ciudadanos pueden enviar un mensaje de texto con la palabra «elecciones» con lo que consejeros que atienden los mensajes para brindarles ayuda y orientación acerca de recursos de información que les pueden proporcionar datos imparciales para aliviar sus miedos o contactarlos con profesiones de la salud mental.
Esto está relacionado con los esfuerzos de Rusia, documentados por autoridades de Estados Unidos y medios de comunicación, para crear 300 videos que simulan ser de más de 50 medios como Washington Post, WSJ o Fox News, reproduciendo una narrativa que habla de fraude, que el voto está amañado y que el país está al borde del colapso.
Las redes sociales se han dedicado a difundir este tipo de materiales, provocando que la polarización entre en un capítulo en el que los enfrentamientos son el pan de cada día.
Finalmente, de acuerdo a datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, se estima que alrededor de 240 a 250 millones de estadounidenses podrán votar el 5 de noviembre.
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