Con el cierre de 8 de las 17 rutas que manejaba Mexicana, línea aérea creada por el gobierno el sexenio pasado, volvió a la agenda pública el tema de que tan buena idea es que el gobierno se convierta en empresario y compita en contra de la iniciativa privada en sectores no estratégicos o con el fin de atender a sectores de la población que no son atendidos regularmente por no ser costeable.
Y es que hay que recordar que Mexicana no se equipó con aviones pequeños, como podrían ser turbohélices tipo ATR-72, para atender a poblaciones que no cuentan con la opción de transporte aéreo y conectarlas con otras ciudades, ni tampoco, por los resultados obtenidos, fue una empresa bien planeada desde su nacimiento.
La historia de Mexicana de Aviación refleja los desafíos que enfrenta el gobierno al operar empresas en sectores competitivos como la aviación.
Historia y Quiebra:
Fundada en 1921, Mexicana de Aviación fue una de las aerolíneas más antiguas de México. En 2010, cesó operaciones debido a problemas financieros y laborales, y en 2014 se declaró en quiebra.
Reactivación Estatal:
En 2023, el gobierno mexicano adquirió la marca Mexicana de Aviación con la intención de relanzarla como aerolínea estatal. Sin embargo, en su primer año de operaciones, la aerolínea ha enfrentado múltiples desafíos:
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Cancelación de Rutas: En enero de 2025, Mexicana cerró ocho de sus 17 rutas desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, incluyendo destinos como Acapulco y Guadalajara, debido a una revisión de su plan estratégico.
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Baja Ocupación y Pérdidas Financieras: La aerolínea transportó solo a 382,000 pasajeros en su primer año, muy por debajo de su meta de tres millones, registrando un factor de ocupación del 45-47%. Estas cifras han resultado en pérdidas millonarias.
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Competencia y Acusaciones de Deslealtad: La intervención estatal ha generado preocupaciones sobre competencia desleal en el sector aéreo mexicano, afectando a aerolíneas privadas que operan sin subsidios gubernamentales.
Conclusión:
La experiencia reciente de Mexicana de Aviación sugiere que la gestión gubernamental en el sector aeronáutico ha enfrentado dificultades significativas, reflejando los desafíos inherentes a la operación de empresas estatales en mercados altamente competitivos.
¿El gobierno debe ser empresario?
La participación del gobierno en la creación y operación de empresas estatales, como una aerolínea, es un tema que genera debate y presenta tanto ventajas como desventajas.
Ventajas:
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Conectividad Estratégica: Una aerolínea estatal puede garantizar la conectividad en rutas menos rentables pero esenciales para el desarrollo regional y la integración nacional. Esto es particularmente relevante en países con áreas geográficas aisladas o de difícil acceso.
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Estabilidad del Servicio: Al estar respaldada por el Estado, una aerolínea pública puede ofrecer estabilidad en sus operaciones, independientemente de las fluctuaciones del mercado, asegurando servicios continuos en sectores estratégicos.
Desventajas:
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Competencia Desleal: Si la aerolínea estatal recibe subsidios o beneficios que no están disponibles para las empresas privadas, puede generar una competencia desigual, distorsionando el mercado y afectando negativamente a las aerolíneas comerciales.
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Eficiencia Operativa: Las empresas estatales pueden enfrentar desafíos en términos de eficiencia y gestión, especialmente si no operan bajo las mismas presiones de rentabilidad que las empresas privadas, lo que podría conducir a ineficiencias y mayores costos operativos.
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Carga Fiscal: El financiamiento de una aerolínea estatal puede representar una carga significativa para el erario público, especialmente si la empresa no es rentable y requiere subsidios constantes para su operación.
Consideraciones:
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Regulación y Transparencia: Es fundamental que la operación de una aerolínea estatal se realice con altos estándares de transparencia y bajo regulaciones que aseguren una competencia justa con el sector privado. Esto implica evitar subsidios que distorsionen el mercado y garantizar que todas las aerolíneas compitan en igualdad de condiciones.
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Experiencias Internacionales: En América Latina, algunas aerolíneas estatales han enfrentado desafíos financieros significativos, mientras que otras han logrado desempeños positivos. Por ejemplo, Aerolíneas Argentinas ha sido objeto de debate debido a su dependencia de subsidios estatales y su impacto en las finanzas públicas.
En conclusión, la decisión de que el gobierno opere una aerolínea estatal debe evaluarse cuidadosamente, considerando los objetivos estratégicos, el impacto en la competencia del mercado y la sostenibilidad financiera. Es esencial establecer un marco regulatorio que promueva la eficiencia, la transparencia y la competencia justa entre actores públicos y privados en el sector aeronáutico.
Así que nos debemos preguntar si la reactivación de Méxicana como una línea aérea que dispute parte del mercado a otras establecidas como Aeroméxico, Volaris o Viva Aerobus es una buena idea de parte de un gobierno que se presentó como uno que defendía la austeridad o fue una simple ocurrencia de un mandatario cegado por la supuesta popularidad, porque no se revivió para beneficiar a zonas alejadas o con poco acceso –como podrían ser comunidades de la sierra de Chihuahua o en zonas desérticas de Baja California Sur–, sino para satisfacer el ego de alguien que en este caso demostró que sí tiene ciencia gobernar.
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