Pese a las pérdidas humanas y materiales, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que es responsable pero no culpable de la inundación ocurrida el pasado 6 de septiembre en Tula, Hidalgo, misma que dejó un saldo de 14 personas fallecidas.
El mandatario ordenó a la vocería de la Presidencia dar a conocer el dictamen final realizado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde se explicará por qué ocurrió la inundación.
“Sí, sí claro, soy responsable, aunque no soy culpable. Pienso que deberían conocer el dictamen sobre lo que realmente sucedió. Ustedes ya están haciendo juicios sumarios, no me extraña de su publicación porque tienen diferencia con nosotros”, explicó.
Así mismo, aseguró que la Federación está atendiendo a los familiares de las víctimas y la prueba es que hace 10 días estuvo en Tula revisando el trabajo del Gobierno en este percance. Además, dejó en claro que, si hubo alguna omisión de algún funcionario, se castigará.
“Si la autoridad considera que hubo responsables, negligencia, se tiene que castigar, nosotros no protegemos a nadie. El que comete un acto ilegal es castigado, no es el tiempo de antes. La ley es la ley, caiga quien caiga, no me va a temblar la mano”, comentó el Presidente.
En tanto, dijo que ya está en marcha un plan para evitar inundaciones futuras en esta región de Hidalgo que tiene que ver con desazolvar el río Tula y construir bordos.
Pese a ello, hace una semana, mientras visitó dicha ciudad, el mandatario fue recibido por decenas de damnificados, bajo consignas de que “Tula no se inundó, nos inundaron” y “¡Por favor, escúchenos”” y “!Queremos ayuda para el comercio!”.
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