¡Feliz Año Nuevo, compas! O bueno, casi, porque el 1 de enero de 2026 nos va a recibir con una resaca económica que ni las posadas más locas. Hacienda ya soltó la bomba en el Diario Oficial: el IEPS sube como pedo de buzo, y nos va a pegar directo en el bolsillo con gasolina, refrescos y cigarros más caros.
Para la magna, el impuesto brinca a 6.70 pesos por litro, unos 24 centavos más que este año. Llenar el tanque va a doler extra, sobre todo si andas en el trajín diario. El diésel también se pone las pilas con 7.36 pesos por litro. Y los refrescos… ay, nanita, el IEPS a las bebidas azucaradas casi se duplica, de 1.65 a más de 3 pesos por litro. Un dos litros de cola podría llegar a 42 varos fácil. ¿Quieren bajar la obesidad? Pues sí, pero a costa de que el pueblo pague el pato.
Dicen que es «ajuste por inflación», para que no pierda valor la recaudación. Claro, porque el gobierno necesita lana para sus proyectos, y nosotros para estirar el sueldo hasta fin de mes. Los expertos ya avisan: la inflación va a repuntar al arranque del año, por arriba del 4%, gracias a esto y al aumento al salario mínimo. Banxico lo ve venir y hasta ajustó sus pronósticos.
Al final, la cuesta de enero va a ser más empinada que nunca. ¿Solución? Pues caminar más, tomar agua de la llave y dejar el vicio… o migrar al agua mineral, que esa no sube tanto. ¡Salud, México, pero con moderación, porque todo lo demás está carísimo!
