Sin imaginar el resultado, algunos jóvenes, de esos llamados generación Z decidieron convocar a sus congéneres a una marcha desde El Ángel al Zócalo capitalinos, que por los antecedentes de interés en la vida política especialmente en elecciones federales de los mismos, no había mucho que esperar.
En las elecciones de 2018 y 2024, los porcentajes de jóvenes con derecho a voto tuvieron muy bajas participaciones, en contraste con los llamados adultos mayores. Los llamados a la juventud ciudadana a votar caían en oídos sordos, con las consecuentes inquietudes de quienes sí votan. Sí, los llamados a la juventud ciudadana a votar apenas tenían respuesta, y dada la tendencia de las últimas votaciones poco se podía esperar para las próximas. Que de pronto, algo pasó.
En octubre-noviembre de 2025 algo pasó, y ese caso fue lo que convirtió a la convocatoria a marchar en Ciudad de México en un fenómeno social en el resto del país. Y este trágico episodio convirtió la convocatoria Z en algo muchísimo mayor de lo que pudieron imaginar. Y de allí despertaron tanto a jóvenes como al resto de la ciudadanía.
El dúo gobierno morenista-delincuencia organizada se deshizo de su principal crítico, Carlos Manzo, que no era realmente un líder sino la principal voz que clamaba la protección gubernamental para los michoacanos hasta del total del país. Y tal como Carlos les advirtió, su asesinato despertó al tigre ciudadano.
Sin hacer el menor análisis de lo que significaría matar a Manzo, lo hicieron, no le creyeron lo del tigre furioso ciudadano que se avivaría. Y ese homicidio no se convirtió por ahora en un movimiento (pero lo hará, el del sombrero) sino en un gran enojo nacional, y ese ¡ya basta! ciudadano encontró una forma de manifestarse sumándose a la convocatoria juvenil Z. Sin proponérselo ni tener idea de lo que pasaría, esa dupla gobierno-delincuencia fue el gran llamado a marchar el sábado 15 de noviembre. A la marcha Z se sumó la muchedumbre del sombrero, como un símbolo de lucha por la justicia, la seguridad y la libertad.
De pronto, en muchas ciudades del país, se generaron nuevos llamados, ya no sólo de la juventud Z sino de muchas personas, ajenas a la política de partidos, a marchar por la justicia y la seguridad. Por ahora, el tigre advertido por Manzo se convocó y marchó para evidenciar su crítico malestar por falta de seguridad y justicia en México. Este fue el primer resultado de la convocatoria a los jóvenes a marchar, pues la marcha se convirtió en múltiples marchas de gente de todas las edades en México. De hecho, la mayoría observada en los manifestantes era de personas de más de treinta años.
Ahora es la gran oportunidad de la generación Z de movilizarse para participar en política apartidista desde las bases sociales hasta en partidos políticos ajenos a Morena. Sin proponérselo ni imaginarlo, se convirtieron con su convocatoria en líderes sociales con enorme oportunidad y responsabilidad al frente. La juventud mexicana puede revertir resultados electorales en 2027 y en 2030 a favor de la ciudadanía y no de Morena y sus cómplices Verde y Ecologista.
Pensemos que el tigre advertido por Manzo es muy en especial la antes desanimada electoralmente generación Z, en una avalancha de votos próximos que lo hagan a favor del pueblo ante el morenismo. La “hora de la juventud” empezó en las marchas del sábado 15 de noviembre, y debe entusiasmarse y no dejar de hacerlo a favor de lo que pedía y pide el pueblo, justicia y seguridad, amén de muchas otras cosas que el actual gobierno descuida en su propio interés y dañando a México.
@siredingv


























