México atraviesa uno de los periodos más violentos de su historia reciente, pero las cifras oficiales del delito de homicidio muestran una dinámica de aparente contención. De acuerdo con datos de TResearch International, actualizados hasta el 15 de noviembre de 2025, el sexenio en curso acumula 29,317 víctimas de homicidio, manteniendo un promedio diario de 72 casos. El dato más relevante en el actual panorama de seguridad es el que compara el acumulado de enero a noviembre de 2025 (20,648 víctimas) con el mismo periodo de 2024 (30,402), mostrando una reducción del 32%.
Esta importante disminución en el promedio diario, que pasó de 92 en 2024 a 63 en 2025, es el principal argumento de la actual administración en materia de seguridad, una señal que, para el gobierno, confirma el éxito de su estrategia. Sin embargo, los números acumulados totales siguen marcando una profunda crisis que arrastra el país desde hace más de dos décadas.
Al observar el contexto histórico, el promedio de 72 homicidios diarios en el sexenio en curso se sitúa por debajo del pico registrado en la administración anterior (2018-2024), cuando el promedio fue de 95 casos diarios. Esta comparación inmediata ofrece un alivio estadístico. No obstante, el actual promedio de víctimas sigue siendo notablemente superior a los 28 diarios del sexenio de Vicente Fox (2000-2006) y los 55 diarios de Felipe Calderón (2006-2012), evidenciando que la estrategia actual, aunque logra una reducción porcentual, aún no revierte del todo la escalada histórica de violencia que comenzó a dispararse con la llamada «guerra contra el narcotráfico».

En términos absolutos, la administración pasada (2018-2024) concluyó con una cifra histórica de 202,336 homicidios, consolidándose como el sexenio más violento desde que se tienen registros. El sexenio actual, en su primer año y dos meses, ha registrado un total de 29,317 víctimas, una cifra alta, pero que se ubica por debajo de lo registrado en el mismo periodo de la administración anterior, que cerró sus primeros 13 meses con un promedio de 97 homicidios diarios.
El panorama de violencia en México no es homogéneo; por el contrario, está concentrado en ciertas entidades. Las cifras de TResearch International revelan que, en lo que va del sexenio, los estados con mayor acumulación de homicidios son Guanajuato (3,376), Estado de México (2,318) y Chihuahua (2,102). Estas tres entidades concentran una parte crítica de la crisis de seguridad nacional, siendo focos rojos que requieren de atención urgente y estrategias diferenciadas para frenar la dinámica criminal en sus territorios.
En contraste, entidades como Yucatán (44), Durango (79) y Coahuila (108) se mantienen con los índices de homicidio más bajos, reflejando que la efectividad de las políticas de seguridad tiene una marcada diferencia a nivel regional. Por días específicos, el 14 de noviembre de 2025 registró 52 homicidios, un día con un promedio por debajo de la media sexenal.
La lectura política de estos datos es compleja. Mientras el gobierno puede celebrar la reducción porcentual del 32% en lo que va de 2025, la ciudadanía sigue enfrentando la realidad de 72 personas asesinadas al día, una cifra que permanece inaceptablemente alta. La tarea pendiente de la actual administración es consolidar esta tendencia a la baja, evitando que sea un espejismo temporal y, sobre todo, lograr que la estrategia de seguridad se traduzca en una transformación real en las entidades más afectadas. La seguridad es la asignatura clave que definirá la narrativa del sexenio en curso, y el desafío de bajar el promedio diario de 72 homicidios a niveles históricos anteriores a la crisis aún está en la mesa. Este es el reto principal que enfrentan las autoridades federales y locales.























