Off the Record: Nuevos Ricos en el Paraíso de la 4T

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Vaya que los últimos días han traído al frente unos rumores que le estarían dando mucho de qué hablar al mundo político y a la opinión pública. Dos integrantes de Morena están causando revuelo. No es por sus habilidades como políticos o sus potentes discursos, sino por lo que parece ser un repentino amor por el dinero y el estilo de vida ostentoso. Hablemos de Raquel Buenrostro, la titular de la Secretaría Anticorrupción, y de Santiago Nieto Castillo, el exjefe de la Unidad de Inteligencia Financiera. ¿Lo que parece ser una jugada muy irónica, verdad?

Primero, hablemos de Raquel. Resulta que esta funcionaria acaba de vender un departamento en 9 millones de pesos. Sin embargo, aquí viene lo jugoso: la propiedad no estaba registrada en su declaración patrimonial. Y aquí es donde las mentes más maliciosas podrían preguntarse: ¿cómo es que alguien en su posición puede hacer este tipo de transacciones sin que se levante una ceja? Claro, no faltan quienes sugieren que esta podría ser solo la punta del iceberg. Un par de comentarios en redes sociales insinuaban que tal vez su ética «anticorrupción» no es tan sólida como se podría esperar.

La información fue revelada por el periodista Jorge García Orozco.

Y si creías que eso era todo, Santiago Nieto entra en escena. El exjefe de la UIF, como bien sabemos, debía vigilar los movimientos turbio$ de muchos. Pero ahí viene el chisme: ha sido señalado como propietario de obras de arte que son, para no decirlo de otra manera, bastante costosas. La gente ha estado cuchicheando en Twitter sobre el par de relojes de lujo que alegadamente posee, lo que contrasta un poco con su puesto anterior, donde se esperaba que tuviera un enfoque más austero. Aquí surge la pregunta candente: ¿será que la lucha contra la corrupción no incluye disimular el gusto por lo caro? Las redes han estallado en memes, fotos de lujo y hasta chistes sobre el “artista” que lleva dentro de su despacho.

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Estos dos casos han puesto a muchos a hilar relatos sobre la contradicción de la Cuarta Transformación. Miles en el país siguen luchando para llegar a fin de mes, mientras estos funcionarios parecen estar disfrutando de la vida en el ritmo de los ricos y famosos. ¿Y quién dice que las cosas no pueden cambiar? Se rumorea que algunos militantes de Morena ya están empezando a murmurar en las asambleas que esto podría ser un indicativo más de que los ideales de la 4T están pidiendo un nuevo manual de conducta.

Por si fuera poco, algunos usuarios de redes han empezado a hacer comparaciones crueles sobre cómo esto se conecta con otros escándalos políticos, jugando con las palabras y los hashtags como si estuvieran armando un rompecabezas. ¿Se viene otra tormenta en el cambio de época? Tal vez. Pero, mientras tanto, la pregunta persiste: ¿pueden los “anticorrupción” ser también parte del problema?

Y así, entre charlas de café y debates en las redes, la lista de ricos y prósperos en Morena sigue creciendo. Lo único cierto es que en este juego de poder, la transparencia parece estar bastante desgastada, y los ciudadanos no dejan de estar al pendiente.