Queridos lectores, agárrense porque el senador Gerardo Fernández Noroña sigue siendo el rey de los reflectores, pero no precisamente por sus virtudes. El karma, ese juez implacable que no perdona, parece estarle cobrando facturas al buen Gerardo, quien no sale de un escándalo para meterse en otro. Y es que, entre rumores, trascendidos y las redes sociales que no perdonan, el senador de Morena está dando de qué hablar, ¡y no para bien! Aquí les cuento lo que se dice en el bajo mundo de los comentarios digitales, pero ojo, todo esto son versiones no confirmadas, puro chisme de X y corrillos virtuales.
Dicen por ahí que Noroña, el paladín de la austeridad republicana, ha sido pillado en contradicciones que harían sonrojar a cualquiera. Mientras predica que hay que vivir con lo justo, las redes no olvidan aquel viaje VIP a Europa que justificó con más creatividad que un guionista de telenovela. “¡Es que fui en económica!”, dicen que dijo, pero los internautas no compran el cuento. Y no es todo: se habla de donaciones anónimas que recibe por YouTube, Facebook y TikTok, algo que, según los chismosos de X, podría meterlo en un lío legal por ser servidor público. ¿Austeridad? ¡Já! Los usuarios en redes ya lo bautizaron como el “rockstar de la incongruencia”.
Pero la cereza del pastel llegó en el Senado, cuando una joven valiente le cantó las verdades al senador. “No puede venir a decir de austeridad, si no la hay”, le soltó, y el video se volvió viral más rápido que un meme de gatitos. Los tuiteros, siempre atentos, no dejaron pasar la oportunidad y desataron una tormenta de comentarios. Algunos dicen que Noroña se quedó mudo, otros que intentó salir del aprieto con su clásica verborrea, pero el daño estaba hecho. ¡El karma en acción, señores!
Y no acaba ahí. En X, los rumores van desde pleitos familiares hasta acusaciones serias. Hay quienes dicen que su propia hermana, Luz Fernández Noroña, lo acusó de violencia de género por un supuesto pleito por una herencia. Otros, como una excolaboradora, hasta lo señalaron de “enfermar de poder” y meterse en actividades no muy santas. ¿Será? Nadie lo confirma, pero las redes arden con estas historias.
Lo cierto es que Gerardo, con su estilo de rockstar político, no pasa desapercibido. Mientras unos lo ven como un luchador social culto, otros lo acusan de usar la tribuna para su show personal. ¿Austeridad o show? El karma parece estarle diciendo: “Noroña, te estoy viendo”. Y nosotros, desde esta humilde columna, solo juntamos los pedacitos de chisme que flotan en el ciberespacio. ¿Ustedes qué opinan? ¡Cuéntenme en los comentarios!
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