Queridos lectores, agárrense de sus sillas porque esta semana el culebrón de los “sobres amarillos” de Pío López Obrador y David León llegó a un nuevo capítulo, tan lleno de intriga como una telenovela de las siete. El Instituto Nacional Electoral (INE) les dio un pase libre, un “no hay nada que ver aquí, circulen”, pero la consejera Carla Humphrey (sí, con “C”, no con “Cl”) soltó una bomba que nos tiene a todos rascándonos la cabeza: las autoridades financieras y la fiscalía de delitos electorales, al parecer, jugaron al avestruz y se negaron a pasar la información que el INE necesitaba para cerrar el caso. ¿Qué onda? ¿Qué tan jugoso es lo que están escondiendo? Vamos a desmenuzar este chisme, porque en redes sociales ya está que arde.
Hace cinco años, cuando los videos de Pío recibiendo fajos de billetes de David León en un restaurante salieron a la luz, cortesía de Latinus y Carlos Loret de Mola, el escándalo fue épico. “¡Corrupción!”, gritaba la oposición. “¡Aportaciones para gasolina y tortas!”, respondía el oficialismo. Pero ahora, el INE dice que no hay pruebas suficientes para sancionar a nadie. ¿Razón? No hay rastro bancario, ni registro contable, ni nada que diga de dónde salió o a dónde fue ese dinerito. Y aquí es donde entra el tufillo a misterio: según Humphrey, la Unidad de Inteligencia Financiera, la Comisión Nacional Bancaria y hasta el Tribunal Superior de Justicia de CDMX se hicieron los desentendidos cuando les pidieron datos. ¿Coincidencia? En redes, los usuarios no lo creen. “Esto huele a encubrimiento desde las altas esferas”, tuiteó @Cachoperiodista, mientras @Juan_OrtizMX soltaba un “las instituciones están protegiendo a los intocables”. ¡Fuerte!
La neta, el asunto apesta a algo más grande. En X, la gente especula que los sobres no eran para “gasolina”, sino para algo más… digamos, electoralmente jugoso. “Si no hay nada que esconder, ¿por qué la fiscalía se puso en modo Fort Knox?”, pregunta un usuario anónimo. Y no es para menos, porque hasta la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales dijo que los videos eran de “mala calidad” y “editados”. ¿En serio? ¿Un video donde se ve clarito a Pío contando billetes no vale como prueba? Aquí hay gato encerrado, y no precisamente uno que maúlla.
Por si fuera poco, el propio AMLO salió en 2020 a decir que ese dinero era para “apoyar al movimiento”. ¿Entonces? ¿Por qué tanto hermetismo? En redes, los rumores van desde que el dinero venía de fuentes non sanctas hasta que alguien en el poder frenó la investigación para no salpicar a más peces gordos. “Si el INE no pudo avanzar, no es por ineptitud, es porque alguien no quiso”, escribió @sopitas. Y mientras Pío y David León brindan con champurrado, la duda queda: ¿qué tan grande es el secreto que nos están ocultando?
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