El panorama económico mundial se tiñe de preocupación. El Banco Mundial ha lanzado una nueva alerta sobre el futuro del crecimiento global, con proyecciones que pintan un escenario de desaceleración significativa. Se anticipa que el crecimiento mundial caiga a un modesto 2.3% en 2025, una cifra casi medio punto porcentual por debajo de lo que se preveía a inicios de año. Esta contracción se perfila como la más lenta desde 2008, impulsada por un aumento en las tensiones comerciales y la incertidumbre en las políticas económicas a nivel global.
La turbulencia no es exclusiva de una región; se estima que el crecimiento ha sido revisado a la baja para casi el 70% de las economías, afectando a todas las regiones y grupos de ingresos. Para las economías en desarrollo, se espera una desaceleración en el 60% de ellas, promediando un 3.8% en 2025, con una recuperación gradual hacia 2026 y 2027. Aunque existe una leve esperanza de una recuperación más rápida si las economías principales logran reducir las tensiones comerciales y la volatilidad financiera, el camino actual es incierto.
América Latina y el Caribe: Bajo la Lupa de la Incertidumbre
La región de América Latina y el Caribe (ALC) no es ajena a esta tendencia. El crecimiento regional se desaceleró a un 2.3% en 2024. A pesar de un inicio de 2025 con una fuerte recuperación en los sectores agrícolas de Brasil y México, la actividad industrial se contrajo y el sector de servicios casi se estancó. Solo Argentina ha mantenido una fuerte recuperación desde finales de 2024. Los indicadores actuales sugieren un debilitamiento del crecimiento en la región, más allá de la agricultura y la minería.
La inflación, aunque relativamente contenida, sigue superando las metas de los bancos centrales. Sin embargo, la mayor preocupación proviene del aumento de las barreras comerciales y la creciente incertidumbre global, que impactan directamente en las exportaciones, la inversión y la confianza en ALC.
México: El Precio de las Tensiones Comerciales
Para México, la segunda economía más grande de la región, el panorama es particularmente sombrío. Las proyecciones de crecimiento para 2025 se han revisado drásticamente a la baja, de 1.3 puntos porcentuales a un alarmante 0.2% en 2025, con un crecimiento de 1.1% esperado para 2026. Esta severa reducción se atribuye principalmente a los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones mexicanas que no cumplan con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Dado que las exportaciones a Estados Unidos representan el 80% del total de bienes, el impacto es devastador, agravado por la persistente incertidumbre en materia de inversión y políticas comerciales.
El informe también destaca que los riesgos de deterioro para estas previsiones son altos. Restricciones comerciales adicionales bajo una revisión del T-MEC podrían mermar aún más las exportaciones mexicanas. Una desaceleración más pronunciada en el crecimiento de Estados Unidos reduciría la demanda de bienes y servicios de toda la región.
Mientras tanto, otras economías de la región como Argentina se recuperarán, con un crecimiento proyectado del 5.5% en 2025, respaldada por la estabilización macroeconómica. Colombia y Chile también muestran perspectivas más optimistas, impulsadas por el consumo, la inversión y la minería. Sin embargo, la atención se centra en México, donde las decisiones políticas y las tensiones comerciales podrían definir el futuro inmediato de su economía.
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