Robo a casa habitación: ¿Realmente disminuye o solo cambia de rostro?
Mientras el gobierno celebra una supuesta baja en el robo a casa habitación, la realidad para miles de familias mexicanas sigue siendo un calvario. Según datos de TResearch International a abril de 2025, si bien se reporta una disminución general, hay focos rojos que encienden las alarmas y revelan una verdad más compleja y preocupante.
La narrativa oficial insiste en una caída del 26% en las denuncias de robo a casa habitación en abril de 2025, comparado con el mismo mes del año anterior. Se habla incluso de una baja del 72% en el acumulado sexenal, de 44,956 casos en 2024 a 12,435 en 2025. Sin embargo, para aquellos que viven con el temor constante de ver su patrimonio vulnerado, estas cifras oficiales suenan a una burla.
El espejismo de las cifras y la cruda realidad
Es fundamental cuestionar la metodología y la interpretación de estos números. ¿Reflejan realmente una disminución del delito o una creciente desconfianza en las autoridades que lleva a menos denuncias? La cifra negra, es decir, los delitos no denunciados, podría estar ocultando una realidad mucho más grave. En un país donde la impunidad es la norma, muchas víctimas optan por no denunciar, sabiendo que el proceso es largo, engorroso y rara vez concluye con justicia.
El Estado de México: un foco rojo que se intensifica
Si bien se proclama una baja general, el Estado de México sigue siendo un epicentro de este delito. Con 2,043 denuncias, concentra el 16.4% de los casos acumulados en el sexenio, una cifra que debería ser inaceptable para cualquier gobierno que se precie de garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Esta entidad, históricamente azotada por la delincuencia, parece no encontrar una solución efectiva a este flagelo. La ciudadanía mexiquense, cansada de promesas incumplidas, exige resultados tangibles.
Aguascalientes, Baja California Sur y Colima: los más golpeados
Además del Estado de México, otros estados emergen como puntos de preocupación. Aguascalientes (412), Baja California Sur (341) y Colima (316) lideran el ranking de robo a casa habitación por millón de habitantes. Estas cifras, alarmantes en proporción a su población, demuestran que el problema no es exclusivo de las grandes urbes, sino que se extiende por todo el territorio nacional, afectando a comunidades que antes se consideraban más seguras.
Un sexenio de inseguridad: el legado de un gobierno fallido
El reporte destaca que solo tres entidades —Estado de México, Guanajuato y Ciudad de México— acumulan un tercio de todos los casos. Esto evidencia una concentración del problema en zonas estratégicas, que paradójicamente son de las más pobladas y con mayor actividad económica. La pregunta es inevitable: ¿dónde están las estrategias de seguridad prometidas? La percepción de inseguridad sigue siendo alta y la sensación de abandono por parte de las autoridades, palpable.
Este sexenio se ha caracterizado por una política de seguridad errática, donde la «abrazos no balazos» ha resultado en un aumento de la violencia y la impunidad en muchas modalidades delictivas. El robo a casa habitación, aunque se intente minimizar con cifras maquilladas, es un claro ejemplo de cómo la delincuencia sigue operando con impunidad, erosionando la tranquilidad de las familias mexicanas y la confianza en las instituciones. Es hora de exigir un cambio de rumbo, una estrategia real que proteja a los ciudadanos y no solo maquille la realidad con números.
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