En una dura declaración, tardía para la situación que vive el país, el embajador de Estados Unidos en México se lanzó en contra de la política de seguridad del expresidente López Obrador, en especial su estrategia de «abrazos, no balazos», señalando que los mexicanos no viven en seguridad.
También dijo que la ayuda ofrecida al gobierno mexicano no fue aceptada por la anterior administración, y reiteró que “la estrategia de abrazos no balazos, no funcionó».
Para completar, pidió a la presidenta Sheinbaum que acepte la ayuda que ofrece el gobierno de su país.
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