Descrito como el propagandista de cabecera de López Obrador, de ser quien le decía al oído a quien debía criticar, a quien exhibir en las mañaneras, que distractores utilizar o que temas abordar en las conferencias de prensa –como el sueldo de algunos periodistas o los pagos de publicidad oficial el sexenio pasado–, Jesús Ramírez Cuevas sigue con el mismo papel en el nuevo sexenio.
Como describió en su columna Salvador García Soto, Ramírez Cuevas mantiene su influencia y, además, es el portavoz del expresidente quien sigue influyendo en la actual presidenta: «Quienes han atestiguado esas reuniones, comentan que es inevitable tener un déja vu con el sexenio pasado. Porque cuando Jesús Ramírez habla y propone temas y recomendaciones a la Presidenta, parece no sólo hablar a título personal, sino de su antiguo jefe. Y no es que estén seguros que Ramírez hable a nombre del expresidente, pero por la forma en que se expresa y hace sus comentarios frente a la doctora, pareciera que intenta aparentar que habla a nombre del expresidente».
Para quienes pensaban que Claudia Sheinbaum iba a mostrar carácter e imprimir su sello propio a la presidencia a su cargo, lo que estamos viendo es que sigue siendo la copia de su antecesor, hasta recurriendo a los mismos asesores que le dicen lo que tiene que decir a los mexicanos.
There is no ads to display, Please add some
