¡Ay, nanita! Imagínense la cara de José Luis Dagnino López, el flamante alcalde de San Felipe, Baja California, cuando el 2 de diciembre lo pararon en la garita de Calexico como a un pinche contrabandista de garaje. «Señor, ¿su visa de turista? Revocada, carnal». Y el cuate, con su polo y chamarra negra, tuvo que dar la vuelta con el rabo entre las patas, alegando que «no sabe na’ de na'». ¿En serio, José Luis? Porque según los chismes de Zeta Tijuana, un hermanito tuyo se casó con la sister del Tekolín, el mero mero del Cártel del Mar. ¡Familia unida, jamás será vencida… por la CBP!
Pero espérense, que no es solo el sinaloense de pacotilla. Ahí va Alex Tonatiuh Márquez Hernández, el «Lord Relojes» de Aduanas –el wey que supuestamente investiga el huachicol fiscal mientras colecciona Rolex de 7 millones de varos en su declaración patrimonial, y que hasta un penthouse en Polanco se aventó por una miseria–. El 4 de diciembre, ¡zas!, le cancelan la visa bajo la Sección 212 de la ley gringa, por «riesgo a la seguridad nacional». ¿Riesgo? ¡Si el mero encargado de cazar ladrones de gasolina termina en la lista de sospechosos! Y el susodicho, con su pose de funcionario intachable: «Es un trámite personal, no afecta mi chamba». Claro, Alex, como los relojes que «aparecieron» en tu casa.
Esto no es casualidad, mis devotos descreídos: es la guillotina de visas de Donald Trump, que desde octubre ha cortado el boleto de avión a más de 50 políticos mexicanos, con Morena llevándose el 80% del premio gordo –alrededor de 40 cabezas, según Reuters–. La gobernadora Marina del Pilar Ávila y su ex, Carlos Torres, ya bailaron el zapateado en mayo por nexos narcos; el esposo de la alcaldesa de Mexicali, Luis Samuel Guerrero; la ex de Rosarito, Araceli Brown; y hasta alcaldes sonorenses como César Sandoval de San Luis Río Colorado. ¡Morena, el partido del «no corrupción», parece el club de fans del Mayo Zambada! Trump, con su Marco Rubio de secretario, lo llama «América Primero», pero en México lo leemos como «Morena Ultimo».
¿Y Sheinbaum? En sus mañaneras, ni pío –mejor presumir encuestas infladas que visas perdidas–. Mientras, la oposición se relame: «¡Ja! La 4T, de palacio a la pared… fronteriza». Esto huele a más que política: es el Tío Sam diciendo «páguenle al diablo sus billetes verdes, o no crucen». ¿Se imaginan a AMLO tuiteando desde el más allá? «¡Es el INE, no Trump!». Ja. En fin, devotos, si van a la frontera, lleven pasaporte limpio… y rueguen que no les pidan el de su cuñado.
