“Todo cabe en un oficio”: La artesanía michoacana se presenta en el Museo Nacional de Culturas Populares

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La exposición “Todo cabe en un oficio” abrió hoy, sábado 13 de diciembre de 2025, en la Sala María Sabina del Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), recinto de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México. Integrada por 42 obras de arte popular de Michoacán, se realiza en colaboración con el Museo de Artes e Industrias Populares de Pátzcuaro y propone un recorrido por la creatividad, la identidad y la continuidad de los oficios tradicionales en la región purépecha.

Durante la apertura, la directora del Museo Nacional de Culturas Populares, Yessica Morales Vega, agradeció, en nombre del titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, Diego Prieto Hernández, la presencia de maestras y maestros artesanos. 

Las piezas reunidas muestran de cerca técnicas, historias y saberes transmitidos por generaciones, explicó.

La directora del Museo de Artes e Industrias Populares de Pátzcuaro, Patricia Terán Escobar, destacó que la exposición surge a partir de la conmemoración por diez años del colectivo Uërani, originario de Paracho, y celebró el diálogo entre instituciones dedicadas al arte popular. 

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“Me parece muy significativo que dos de los museos más importantes en México dedicados a las artes populares estemos dialogando a través de las artes y oficios de Michoacán”. La convocatoria, agregó, reunió a artífices con trayectorias diversas, desde quienes heredaron el oficio de madres y abuelas, hasta quienes impulsan el rescate de técnicas en riesgo, para mostrar “qué significa ser purépecha o vivir en la región purépecha”.

En representación del colectivo, Eduardo López González subrayó que la exposición amplía la mirada sobre las comunidades y su trabajo, más allá de imágenes simplificadas. 

“Todo cabe en un oficio: cabe ahí la visión de ellos, la visión de sus antepasados…”, dijo, e invitó a recorrer la muestra con atención a lo técnico y a lo que cada pieza transmite sobre vida cotidiana, familia, comunidad y oficio. Varias y varios de los creadores, apuntó, acompañaron la inauguración para dialogar con el público.

A nombre de las y los artesanos, el maestro cartonero de Pátzcuaro Oscar Daniel Chávez compartió una reflexión sobre el oficio como camino de vida.

“Ser artesano es un camino complejo y en ocasiones difícil, pero también es un camino noble y enriquecedor”. En su intervención, describió las exigencias del aprendizaje, la paciencia y el trabajo prolongado, así como la multiplicidad de tareas que suelen acompañar la creación. 

“El artesano es un todólogo… administrador, proveedor familiar, comerciante, promotor cultural, maestro, diseñador”, al celebrar que la exposición contribuye a visibilizar la riqueza cultural y artesanal de Michoacán.

En la sala se despliega una constelación de técnicas y materiales, desde plumaria y cerería (en algunos casos, recuperadas por nuevas generaciones), hasta maque incrustado, laca perfilada en hoja de oro, joyería tradicional, metalistería, fibras vegetales y textiles que dialogan entre lo ceremonial, lo comunitario y lo contemporáneo.

Durante el recorrido guiado, la directora del Museo de Artes e Industrias Populares de Pátzcuaro, Patricia Terán Escobar, explicó que la muestra permite al público asomarse a oficios “únicos de Michoacán”, como el maque incrustado y la laca perfilada, además de técnicas recuperadas y otras que hoy enfrentan riesgo.

Terán Escobar destacó, por ejemplo, la joyería en plata, tradición ligada a Pátzcuaro que “ahora está en riesgo porque son ya muy pocos los artesanos que siguen con este oficio”, y señaló cómo ciertas prácticas han logrado volver a florecer: “La ceriscultura… estaba en riesgo, pero gracias a una visita al museo y al interés de un par de jóvenes se recuperó la técnica”, dijo, al detenerse frente a piezas que muestran esa continuidad intergeneracional.

En el apartado textil, Terán Escobar apuntó cómo el telar de cintura sostiene tanto lo ancestral como lo experimental: habló de los rebozos de Ahuiran, de donde es la artesana Albertina Bautista, quien introdujo plumas en las barbas —“son únicos de Michoacán”, afirmó—; del bordado en punto de cruz de Alma Delia Ascencio; y de un cierre con el rebozo patakua, “uno de los rebozos más finos que tiene Michoacán”, cuya delicadeza “parece gasa” de Laura Equihua. 

“Todo cabe en un oficio” continúa abierta hasta el 13 de enero de 2026, en la Sala María Sabina del Museo Nacional de Culturas Populares (avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, alcaldía Coyoacán, Ciudad de México). Entrada gratuita. 

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