Si bien se agradece que la presidenta Claudia Sheinbaum salga del país, no quedándose encerrada en Palacio Nacional, y tenga exposición internacional, también hay que mencionar que sigue sin asesores que vean al mundo como lo que realmente es, porque con los que cuenta no pueden quitarse los anteojos ideológicos que han provocado tantos problemas.
Que llegue a un foro tan importante como es la reunión del G-20 para, al igual que su antecesor en Centroamérica y ante Estados Unidos, promover un programa que creó López Obrador, no sólo habla de su dependencia del fundador de su partido, sino también de falta de ideas y comprensión de para qué es dicho foro.
Su otra propuesta, festejada por los propagandistas de la 4T, de reducir el presupuesto para armamento la retrata como alejada de lo que sucede en el mundo, con una Europa cuidándose de una agresión de Rusia tras la invasión a Ucrania, con lo que sucede en Medio Oriente y la amenaza de un Irán con armas atómicas que potencien su cruzada fdunddamentalista, con la posibilidad de que China invada Taiwan y, vaya, con la amenaza de Nicolás Maduro ataque a Guyana, nos muestra que no hay un verdadero análisis de lo que pasa en el mundo y sí un simple deseo de obtener presencia en medios.
Además, aparecer en una fotografía con el premier chino luego de que Trump volviera a ganar la elección presidencial en Estados Unidos y regrese la guerra comercial con dicha nación, no habla de la idea de saber cómo enviar señales a nuestro principal socio comercial y sí el dominio que una idelogía tiene de la agenda de la presidenta.
Pero si para eso les alcanzó y no pudo tener una mejor estrategia, será mejor que no vuelva a ir a un escenario internacional.
There is no ads to display, Please add some