El panorama de la seguridad en México muestra señales mixtas en cuanto al delito de secuestro, según un informe de TResearch International correspondiente a mayo de 2025. Mientras que el quinto mes de este año registró una disminución notable en el número de casos en comparación con el año anterior, las cifras acumuladas bajo la administración actual y los datos históricos revelan que el secuestro sigue siendo un desafío significativo en varias entidades del país.
En mayo de 2025, se reportaron 65 secuestros en México, lo que representa una baja considerable frente a los 135 casos documentados en el mismo mes de 2024. Esta reducción mensual podría ser un indicio positivo en la lucha contra este crimen de alto impacto. Sin embargo, al observar el periodo acumulado, de enero a mayo de 2025 se han registrado 329 secuestros, una cifra ligeramente inferior a los 368 casos del mismo lapso en 2024.
Durante el sexenio actual, que abarca de octubre de 2024 a mayo de 2025, el país acumula un total de 601 secuestros. Aunque el informe señala una tendencia a la baja en los últimos meses de esta administración, es crucial poner estas cifras en perspectiva histórica. Comparativamente, el sexenio anterior acumuló 5,868 secuestros, lo que sitúa los 601 casos actuales en una posición de menor incidencia hasta el momento.
Las entidades más afectadas por el secuestro en el actual sexenio son Chihuahua, con 142 casos, seguido por Chiapas con 65 y la Ciudad de México con 47. Otros estados como Sonora, Tamaulipas y Puebla también presentan un número considerable de incidencias. Estos datos subrayan la persistencia del problema en regiones específicas, que requieren atención focalizada de las autoridades.
El informe de TResearch International, basado en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ofrece una visión detallada de la evolución del secuestro en México, un delito que genera gran preocupación entre la ciudadanía y representa un reto constante para las estrategias de seguridad pública. La disminución en mayo de 2025 es una noticia esperanzadora, pero el camino hacia la erradicación total de este flagelo es aún largo y complejo, exigiendo una coordinación efectiva entre los diferentes niveles de gobierno y la implementación de políticas públicas robustas y sostenidas.
There is no ads to display, Please add some