¡Por fin, amigos! Se celebra que la presidencia de Gerardo Fernández Noroña en el Senado está llegando a su fin, y no es para menos. Según los corrillos en redes sociales, esta ha sido, sin exagerar, la peor etapa que ha sufrido la Cámara Alta. Y ojo, esto no es noticia confirmada, sino puro chisme de pasillo y comentarios que andan zumbando en X como abejas en un panal. Los usuarios no se han guardado nada: dicen que el morenista manejó el Senado con una mano de hierro y un ego del tamaño de la plancha del Zócalo. ¿Excluyente? ¡Para qué! Parece qué si no eras de su círculo, ni hablar de abrir la boca.
Los trascendidos apuntan a que el 27 de agosto, en pleno jaleo con Alito Moreno del PRI, se desató el caos. Videos y tuits volaron como locos, con internautas burlándose de cómo Noroña no dejó ni que el otro lo alcanzará. “¡Dictador con toga!”, gritó alguien en un comentario que ya tiene miles de likes. Otros, con sarcasmo, sugieren que el senador pensó que el Senado era su patio trasero, donde solo mandan sus gallos. ¿Y la oposición? Dicen que la tuvo bajo la lupa, cortando micrófonos y agendas como si fuera el amo del cotarro. Rumores de pasillo indican que hasta algunos de su propio partido, Morena, estaban hasta la coronilla de sus arranques.
No faltan las sospechas de que esta salida va a ser celebrada por muchos, amigos y enemigos por igual. Claudia Sheinbaum lo defendió, pero con la frase desafortunada de que eran ataques pagados. Otros, más picarones, aseguran que el senador se autoproclamó “rey del Senado” y que ahora le toca abdicar. ¡Ja! Imagínense el drama: el hombre que quería un movimiento libertario ahora atrapado en su propio reality show político. Y no olvidemos el dato curioso: su historial de agresiones y discursos encendidos no ayudó. ¿Será que al fin le llegó la cuenta por tanto show?
Claro, esto es puro chisme de redes, no hay nada oficial todavía. Pero la gente en X está de fiesta, con memes que lo pintan como el villano de una telenovela. Algunos hasta dicen que el Senado respirará aliviado, aunque otros sospechan que Noroña podría volver con más fuerza, como buen político de resistencia. Mientras tanto, nos quedamos con la duda: ¿se va por las buenas o lo corrieron con tambores? Lo que sí es seguro es que este culebrón nos dio de qué hablar. Así que, agárrense, que el próximo capítulo promete.
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