En las redes sociales, sobre todo en X, anda circulando un chisme gordo que tiene indignada a mucha gente del gremio periodístico y a usuarios comunes: la fiscal de Veracruz, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre (algunos la llaman Cruz, pero es Jiménez), armó una conferencia express este 30 de diciembre para hablar del caso del periodista Rafael León Segovia, conocido como «Lafita».
Según versiones que corren por todos lados –y que coinciden con lo que reportan varios medios–, la señora convocó solo a un puñado de reporteros seleccionados, leyó rapidito un boletín donde anunció que ya le quitaron el cargo de terrorismo a Lafita, pero lo vincularon a proceso por encubrimiento y delitos contra la seguridad pública, con un año de prisión domiciliaria. Y luego, ¡zas!, se largó corriendo sin dejar que le preguntaran nada.
En los comentarios de las publicaciones, la gente no se guarda nada. Una usuaria, @lulu_reportera, lo puso clarito: «De pisa y corre. La fiscal… leyó un boletín y se fue corriendo sin aceptar responder una sola pregunta. Huyó para no responder por qué habían acusado de terrorismo a Lafita León y porqué de buenas a primeras le retiran el cargo». Ese tuit ya lleva miles de vistas y un montón de reposts, con respuestas como «¡Pura opacidad!», «Es censura disfrazada» o «Si no tienen nada que esconder, ¿por qué corren?».
Otros usuarios especulan que el cargo de terrorismo fue puro humo para asustar y estigmatizar al reportero de nota roja, que lleva años cubriendo la violencia en Coatzacoalcos y que, según rumores no confirmados que circulan en hilos de X, había incomodado a más de uno con sus transmisiones en vivo. Hay quien dice que la presión de Artículo 19, la familia y hasta la misma presidenta Sheinbaum obligó a recular, pero ahora lo mantienen atado con prisión domiciliaria para que no siga informando libremente.
También hay comentarios sarcásticos: «Primero lo acusan de terrorista como si fuera Bin Laden, y ahora lo sueltan del cargo pesado pero lo dejan enjaulado en su casa. ¿Qué sigue, que nos digan que fue un error de tipeo?». Y no faltan los que sospechan consigna política, recordando que la fiscal fue puesta por la gobernadora Rocío Nahle.
Ojo, todo esto son versiones que andan volando en redes, trascendidos de usuarios y periodistas, algunos confirmados por reportes, pero otros son puro rumor y enojo ciudadano. Lo cierto es que la falta de respuestas deja más dudas que certezas, y la gente en redes no perdona la huida: «Si tanto respeto a la libertad de expresión dicen tener, ¿por qué no dan la cara?». En Veracruz, parece que la transparencia sigue de vacaciones.
