¡Hola, carnales! Bienvenidos de nuevo a Off the Record, ese rinconcito donde soltamos los chismes que corren como pólvora en las redes, pero ojo, nada de esto está confirmado, eh. Son puras versiones no confirmadas, rumores que andan volando en Twitter –perdón, X– y comentarios de usuarios que parecen salidos de una novela de intriga política. Hoy nos metemos en el avispero de Morena, donde el famoso «sector ultra» –esos radicales que parecen haber visto demasiadas películas de venganza– supuestamente ganó la batalla y dejó la Cámara de Diputados sin un presidente nuevo. ¿Coincidencia? ¿O un complot para mantener el control? Vamos a desmenuzarlo con ese toque de ironía que nos caracteriza, porque si no nos reímos un poco, nos da el bajón total.
Empecemos por el escándalo de la Cámara. Según lo que se lee en posts de usuarios como @anakarysolis, que anda bien encabronada, Morena ha tomado el Senado y la Cámara como si fueran su patio trasero, cerrando todo diálogo y actuando como tramposos agresivos. «No hay consensos, son soberbios, ineptos», dice ella en un tuit que ya tiene vistas. Y el colmo: no se eligió un nuevo presidente. Rumores en la red apuntan a que este bloque ultra, con su prepotencia al mil, vetó cualquier opción moderada para no perder el timón. Imagínense: mientras la oposición grita por un poquito de civilidad, estos ultras –que suenan como villanos de caricatura– prefieren el caos. ¿Resultado? La Cámara en limbo, y nosotros pagando el pato con leyes que salen como si fueran memes virales. Ja, ¡qué eficiencia, che!
Ahora, el caso de Omar García Harfuch, el actual secretario de Seguridad del gobierno federal que parecía el golden boy para jefe de Gobierno en la CDMX. Posts como el de @Melissa_Bely lo pintan clarito: «Andy el junior tóxico» –así le dicen a Andrés Manuel López Beltrán– no lo quiere ni en pintura. Según columnas compartidas en X, como la de Mario Maldonado, Andy ve a Harfuch como una amenaza para el 2030, con su imagen fuerte en encuestas y su olfato para rastrear dineros sucios. ¿Y el sector ultra? Se le acusa de bloquear su candidatura a diestra y siniestra, probablemente porque un tipo como él destaparía los trapitos al sol de los morenistas opulentos. @SGarciaSoto lo remata: Harfuch empodera pugnas internas porque no ven en él «parte del movimiento». Pobre Omar, de héroe en seguridad a villano no invitado. ¿Será que los ultras temen que les quite el show? ¡Ironía pura, como si Morena fuera un club exclusivo donde no entra quien huela a honestidad!
Y no paramos ahí. Este sector radical, según comentarios en redes, es el que evita cualquier diálogo con la oposición. Usuarios como @AztecaNoticias lo clavan: todo es para concentrar poder, aplastar rivales y militarizar hasta el café de la mañana. «¿Quieres entender lo que pasa?», pregunta @SimonLevyMx en un hilo épico, hablando de un movimiento ciudadano que podría declarar a Morena organización terrorista. ¡Boom! Mientras, atacan a sus propios: miren el video de @DerechaDiarioMX donde chairos de la CETEG detienen a Mario Delgado, gritándole por llenar el partido de «chapulines» y no cumplir promesas. Delgado, el líder que debería unir, termina como punching bag de los ultras. ¿Y quién sale ganando? Personajes cuestionables como Hugo López-Gatell, a quien se rumorea que estos radicales alientan sus aspiraciones políticas. ¿El de las conferencias eternas? ¡Ay, no! Imagínense a Gatell de candidato, con su carisma de estatua. Posts dispersos lo mencionan como el favorito de los ultras, porque ¿quién mejor para radicalizar que el rey de las cuarentenas?
Al final, el partido se radicaliza excluyendo a quienes piensan diferente. @MaxKaiser75 lo dice crudo: «La guerra interna del Morenato ya empezó», con escándalos saliendo de Palacio y capturas inevitables. @CodigoMagentaMx habla de disputas por la Segob entre bloques, con el Grupo Tabasco operando desde Palenque. Y @VerdadIncomod4 remata con la escalada de autoritarismo: espían, amenazan y callan opiniones. ¿El ultra ganando? Parece que sí, dejando a Morena como un circo sin domador, donde los disidentes son echados como perdedores de reality show. Humor negro: si siguen así, el único diálogo será con sus propios ecos.
Recuerden, amigos, esto son sospechas de redes, no hechos grabados en piedra. ¿Qué opinan ustedes? Comenten abajo, pero sin pelear, ¿eh? Nos leemos la próxima.
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