Ante el juez Brian Cogan, el mismo que llevó el juicio en contra de Genaro García Luna, la fiscalía de Estados Unidos pidió pena de muerte para Ismael El Mayo Zambada García en la primera audiencia que se llevó a cabo luego de su traslado a la Unión Americana y detención por parte del FBI.
La petición de la fiscalía podría ser una estrategia para que el fundador del Cártel de Sinaloa –señalado por EU como principal responsable del tráfico de fentanilo– negocie y se convierta en testigo protegido y a cambio de una sentencia reducida, proporcione información que pueda ser usada en otros juicios presentes o futuros, algo similar a lo sucedido en el juicio de García Luna.
Los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, Ovidio y Joaquín, están negociando con autoridades judiciales de EU para convertirse en testigos protegidos, una ruta que podría seguir el propio Zambada García y sus hijos que también están detenidos allá.
De esta manera, la información que proporcionen a los estadounidenses los personajes antes señalados podría dar inicio a nuevas acusaciones, algo que ya se adelantó con la carta que el propio Zambada García luego de su detención, en la que señala que la reunión en la que se le engañó para llevarlo a EU fue para encontrarse con Melesio Cuen y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
Pero a pesar de los señalamientos y de las sospechas, incluso con lo sucedido en las elecciones estatales de 2021, Rocha Moya sigue siendo protegido por la 4T, primero por López Obrador y ahora por Claudia Sheinbaum, quienes no obstante tener datos que harían que se pensara en que tiene mucho que explicar –como los informes de la FGR y el CNI– se sigue protegiendo.
Rocha Moya puede ser el siguiente acusado por la justicia estadounidense con base en lo que digan sus nuevos testigos protegidos, lo que anticipa un nuevo conflicto con nuestro país, cuando de nueva cuenta se vuelvan a dar discursos que apelen al nacionalismo y a la soberanía, pero permitiendo la impunidad y la complicidad con el crimen organizado.
También la solicitud de pena de muerte apunta a que vendrá un endurecimiento en el enfoque de Estados Unidos hacia el narcotráfico en México, algo que no se podrá detener con simples discursos.
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