¡Órale, carnales! Aquí andamos en esta columna donde desmenuzamos las payasadas políticas con un chorro de ironía y sátira, porque si no nos reímos de estos «nonsanctos», nos da el patatús. Hoy, el circo es todo para Beatriz Gutiérrez Müller, la doña que parece que no puede pillar ni una buena racha. Imagínense: la esposa del Tata AMLO, que andaba soñando con La Moraleja, ese barrio de Madrid donde los ricos juegan al golf mientras piden disculpas por la Conquista –¡ja!–, al final se queda en México por «recomendación» del expresidente. ¿Error? ¡Pura mamada! Dicen que AMLO le dijo: «No te vayas, mi reina, que aquí te necesitamos… o al menos para las fotos». Y vaya que sí, porque apenas desmiente el chisme español –»¡No me muevo de mi bello México, pinches calumniadores!»–, y pum, la nominan para rectora de la BUAP. ¿Coincidencia? ¡Ni madres, es como si el destino le dijera: «Toma, Beatriz, un huesito pa’ que no llores».
Pero agárrense, que la cosa se pone chistosa. La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, esa catedral del saber donde ella da clases de literatura barroca y conquistas sangrientas, la postula entre nueve aspirantes. ¡Hasta Lilia Cedillo, la rectora actual, que anda en broncas por presuntas presiones al voto estudiantil, se ve amenazada! Beatriz tenía entrevista hoy a las 13:45 en el Edificio Carolino, para soltar su visión y documentos. ¿Y qué pasa? ¡La doña ni aparece! Fuentes de la uni dicen que ni tramitó la constancia académica de antigüedad –¡falta de papeleo, qué escándalo!–. Queda fuera de la competencia, como un globo desinflado en una fiesta de Morena. ¿Por qué? Rumores en redes y prensa: no le interesaba el puesto, o tal vez AMLO le susurró: «Mejor quédate en la banca, que la rectoría es puro relajo con protestas y presupuestos chiquitos». ¡Ay, nanita! De aspirar a ser la jefa de la BUAP a respaldar a Cedillo desde las sombras. En un tuit, la doña ya le echa porras a la actual rectora: «¡Adelante, Lilia, que la transformación sigue!».
El saldo, como dicen los analistas serios –o sea, nosotros con sarcasmo–, es una imagen más chamuscada para Beatriz. Primero, el escándalo de España: ABC la pinta de hipócrita por pedir perdón a los conquistadores mientras se muda al lujo ibérico con el hijo Jesús Ernesto pa’ que estudie en la Complutense. Ella responde con carta abierta: «¡Soy independiente, pinches derechistas rancios, vivo en México y protejo a mi familia con mi vida!». Sheinbaum la defiende: «Es falso, vive aquí, pero la mentira duele». Y ahora, este plantón en la BUAP, que la deja como la candidata fantasma. ¿Será que prefiere sus libros sobre Bernal Díaz del Castillo y la violencia en la Conquista, en vez de lidiar con estudiantes enojados? O ¿tal vez el Tata le recomendó: «No cometas el error de meterte en eso, mejor quédate en Palenque conmigo, comiendo tamales»? ¡Pura sátira, pero el pueblo en X ya la memea: «De rectora a ‘rectora’ de la casa, ¡viva la 4T!».
En fin, Beatriz, si lees esto: ¡ánimo, que los nonsanctos como tú siempre caen de pie… o al menos con un buen chisme! ¿Siguiente round? ¿Nacionalidad española o un librito nuevo? Nosotros seguimos riéndonos mientras el país se desmadra.
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