¡Alarma! Caída Histórica de Remesas Golpea a México

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La que fuera la principal fuente de divisas para México, el soporte de millones de familias y el motor silencioso de la economía, ha dado una señal de profunda alarma. El Banco de México (Banxico) confirmó que los ingresos por remesas provenientes del exterior se desplomaron en el mes de agosto de 2025, registrando una caída anual de 8.3%, el retroceso más significativo en años recientes para un mes clave de la temporada.

El reporte del banco central, publicado el 1 de octubre de 2025, detalla que los connacionales que trabajan principalmente en Estados Unidos enviaron un total de 5,578 millones de dólares a sus hogares en México. Aunque el monto sigue siendo colosal, el abrupto decremento respecto a agosto de 2024 enciende focos rojos, no solo en las finanzas nacionales, sino también en la estabilidad social y la narrativa económica del gobierno federal.

Las remesas son, en esencia, la columna vertebral de la economía de subsistencia para comunidades enteras y funcionan como un poderoso amortiguador social que previene que millones de personas caigan en la pobreza extrema. Por ello, una caída de esta magnitud en los envíos de dinero impacta de lleno en el consumo interno y pone una presión inédita sobre los programas sociales del Estado, que históricamente han sido complementados por este flujo de capital extranjero.

Tendencia Peligrosa y Bolsillos Vacíos

La preocupación se agrava al revisar la tendencia de todo el año. El problema no fue solo de agosto; es un fenómeno que se ha venido gestando. Las cifras acumuladas de enero a agosto de 2025 muestran que el valor total de los ingresos por remesas se situó en 40,467 millones de dólares. Este monto es inferior en un 5.0% al que se había reportado en el mismo lapso del año anterior, lo que confirma que la dependencia económica del país está enfrentando un periodo de debilidad sostenida.

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Este descenso anual del 5.0% en los primeros ocho meses de 2025 contrasta fuertemente con los años de crecimiento récord que México experimentó, incluso durante la pandemia. Para el sector político y para la opinión pública, esta disminución es un termómetro directo del enfriamiento de la economía estadounidense y, quizá, de un endurecimiento en las condiciones laborales para la población migrante, factores que la diplomacia mexicana debe atender con urgencia.

La nota positiva, aunque menor, es que las remesas que salen de México hacia el exterior también se redujeron. Los egresos de remesas, es decir, el dinero enviado por residentes en México a otros países, alcanzó los 91 millones de dólares, una reducción anual de 12.1%. Sin embargo, la diferencia entre lo que entra y lo que sale, conocido como el superávit de la cuenta de remesas, se redujo drásticamente, pasando de 5,978 millones de dólares en agosto de 2024 a 5,487 millones de dólares en el mismo mes de 2025.

Un Reto Político y Social

Para el público interesado en la política mexicana, la caída de las remesas es más que una cifra macroeconómica: es un indicador de vulnerabilidad. La disminución en el flujo de divisas reduce la capacidad de las familias para sortear la inflación y presiona al gobierno a compensar este déficit en los hogares, justo en un momento de gran sensibilidad social y política.

Los analistas coinciden en que el panorama exige una respuesta coordinada que atienda tanto las causas económicas en el exterior como las necesidades sociales en el interior. La disminución de este «salario migrante» es un desafío directo a la estabilidad económica del país y requiere que los responsables de la política exterior y económica refuercen las estrategias para proteger esta vital fuente de ingresos, que hoy más que nunca demuestra su volatilidad.


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