¡Qué jodida coincidencia, compas! Apenas ayer domingo 28 de diciembre, el Tren Interoceánico –esa joyita emblemática de la 4T– se descarriló en Nizanda, Oaxaca, con más de 240 pasajeros a bordo. El saldo: 13 muertos y casi 100 lesionados, según confirmó la Secretaría de Marina y la propia presidenta Sheinbaum. Un tragedia que tiene a todo México con el Jesús en la boca.
Y de pronto, las redes explotan recordando un detalle que el propio Andrés Manuel López Obrador soltó en una mañanera del 2024: su hijo Gonzalo, al que le dicen «Bobby», fue asesor honorífico del proyecto. Sí, el mismo que supervisaba avances en vías, trenes y hasta el rompeolas de Salina Cruz, pero «sin cobrar un peso», como presumía el expresidente, todo por amor al arte… o al papá.
En X, los comentarios no se hicieron esperar. Un usuario posteó: «Gonzalo López Beltrán es asesor del tren interoceánico encargado de dar los contratos. Pedro Salazar sobrino del kks y Amilcar amigo de Andy, vendieron balastro de mala calidad». Otro más directo: «Qué caro salió que Gonzalo López Beltrán fuera el asesor honorífico… hoy hay 13 familias de luto por comprar material de dudosa procedencia». Y no faltó quien revivió audios viejos donde un amigo de los hijos de AMLO dice algo como «ya cuando se descarrile el tren, será otro pedo». Rumores, versiones no confirmadas, claro, pero que circulan como pólvora en redes.
Otros usuarios sacan a relucir la famosa fórmula del tabasqueño: eso de preferir «90% honestidad (o lealtad, según quien lo cuente) y 10% capacidad». Comentarios como «Los trenes viejos que compró la Semar dejan muertos… y Bobby supervisaba» o «Corrupción mata» inundan los hilos. Hay quienes culpan directo al «clan» familiar por presuntos negocios turbios con balasto y contratos, aunque son trascendidos de opositores y periodistas críticos, nada confirmado oficialmente.
La FGR ya abrió carpeta de investigación, pero en redes muchos dudan: «¿Apuntará hacia los primos y amigos de los López Beltrán?». Mientras, los chairos defienden que fue «mano negra» de la oposición. Pura especulación, como siempre en estos casos.
Al final, sea rumor o no, el descarrilamiento duele y deja preguntas. ¿Nepotismo honorífico? ¿Material chafa? ¿Pura mala suerte? Las versiones corren solas en redes, y uno que otro se acuerda de aquella frase paternal: priorizar la lealtad sobre la capacidad. Trágico recordatorio de que, en política, a veces los trenes no solo se descarrilan… se estrellan con todo y pasajeros.



























